Revilla disfrutó de su protagonismo mediático en Lugo

Lugo.- El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, disfrutó hoy de su protagonismo mediático en el día grande de las fiestas de San Froilán (Domingo das Mozas), en Lugo, a donde acudió invitado por el alcalde de la ciudad, el socialista José López Orozco.

Primero fue objeto de una recepción en el Ayuntamiento lugués, a la que también acudieron los dos portavoces de los grupos de la oposición y luego participó en los distintos actos programados para este mañana, entre ellos, la apertura de una de las puertas de la muralla y la ofrenda a Rosalía de Castro.

En su ir y venir por las calles de Lugo, el presidente Cántabro pudo comprobar que es una figura que no pasa desapercibida y los elogios le llegan de todas partes.

"Soy de Madrid y es usted el mejor político de este país. Habla mejor que nadie", le espetó bajo la milenaria puerta de San Pedro uno de los múltiples visitantes que en estos días pasan por la capital luguesa.

"Hombre, ¡no me diga eso!", respondió Revilla, que no pudo ocultar un cierto grado de emoción en su rostro, para acto seguido darle las "gracias" y explicarle que él siempre dice "lo que siento".

En su viaje de regreso desde la muralla al recinto histórico hubo quien le trasladó una invitación para que se "lance" a la política nacional y tampoco faltó algún sobrepasado etílico que le reclamó "las anchoas".

Revilla, lo reconoce, se siente "cómodo" en esta situación y siempre repite lo mismo: "A la gente se le puede hacer feliz con muy poco".

Acudió a Lugo "orgulloso" de haber participado ayer en el pregón de las fiestas de A Pontenova, de donde era natural su suegro, y en Lugo no perdió la oportunidad de degustar el 'pulpo á feira' que en estas fiestas se consume por toneladas. "No hay nada igual en el mundo", proclamó sobre la preparación del cefalópodo.

Antes, en el despacho de la alcaldía había proclamado su querencia por esta fiesta que descubrió el año pasado. "Lo malo de que te inviten una vez y que te traten tan bien, es que uno repite", enfatizó.

Dijo sentirse tan a gusto que ya avanzó que acudir a Lugo se convertirá para él "en una rutina", pese a que este año cuando recibió la invitación tuvo "alguna duda", como consecuencia de las desavenencias que vivió con otro lucense, el ministro de Fomento, José Blanco, por culpa del AVE a Cantabria.

Ahora da por superados esos meses "un poco polémicos con el hombre más importante de Lugo", una vez que las aguas volvieron a su cauce "racional", de ahí que en cuanto recibió la invitación "no pusimos (vino acompañado de su mujer, Aurora), en marcha para acá".