Rivera sólo negociará la investidura de Díaz si Chaves y Griñán dejan sus escaños

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, no apoyará la investidura de Susana Díaz si antes el PSOE no fuerza la dimisión de los parlamentarios nacionales y expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Así lo ha manifestado en una entrevista con Ana Rosa Quintana esta mañana del lunes.

Rivera ha apelado al "listón ético" que ha impuesto Ciudadanos durante la campaña, durante la cual ha centrado sus mensajes más importantes en la lucha contra la corrupción. Ha destacado los 400.000 obtenidos por su partido, recordando que ha multiplicado los votos por nueve respecto a las últimas elecciones europeas de 2014.

El presidente de Ciudadanos aún no ha podido hablar con la presidenta andaluza, a quien anoche felicitó públicamente. "Aunque ha bajado cinco puntos de voto en términos porcentuales, no cabe duda de que ella es la ganadora", reconoció Rivera.Reforma de la ley electoral

Reiteró la firme determinación de la formación naranja y del líder autonómico Juan Marín a no entrar en el futuro gobierno autonómico encabezado por los socialistas. Ahora bien: está dispuesto a iniciar conversaciones para hablar de problemas concretos como la corrupción, la reforma de la administración o la ley electoral. Antes de sentarse hablar, eso sí, exige que los aforados Chaves y Griñán prescindan de su condición de tales y se defiendan en primera instancia, y no en el Tribunal Supremo, de los cargos que les imputan. "No estamos aquí para que todo siga igual", puntualizó Rivera. "Susana Díaz y Pedro Sánchez deben cumplir su palabra".

Rivera no quiso aclarar si, en una segunda votación de investidura, Ciudadanos estaría dispuesto a abstenerse para facilitar la elección de Susana Díaz, argumentando que todavía es demasiado pronto para decidirlo.

Respecto a la ley electoral, Ciudadanos propone suprimir la ley d'Dont, que privilegia a los partidos mayoritarios en el reparto de escaños, por un sistema proporcional directo en donde los escaños se atribuyan según el estricto número de votos. Bajo este sistema, la formación que lidera Albert Rivera hubiera obtenido en Andalucía un diputado más.