Romney afronta el momento de la verdad en trío de debates presidenciales

  • El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, se prepara para un trío de debates cara a cara con el presidente Barack Obama, que comenzarán en muy pocos días y que decidirán la suerte de su campaña.

María Peña

Washington, 27 sep.- El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, se prepara para un trío de debates cara a cara con el presidente Barack Obama, que comenzarán en muy pocos días y que decidirán la suerte de su campaña.

Romney aprovechará los debates nocturnos ante unos 50 millones de televidentes para denunciar las promesas incumplidas de Obama y explicar su visión de futuro para el país, en unos momentos en que Obama ha comenzado a ganar ventaja en los estados que definirán al vencedor en noviembre.

Hasta hace poco las encuestas los declaraban en empate técnico.

Romney ha dicho que buscará responder a las distorsiones de la campaña de Obama respecto a sus posiciones en asuntos como los recortes tributarios, el aborto, la reforma de los programas de beneficencia social o el rescate de la industria automotriz.

"Tenemos la oportunidad en el debate de dejar en claro nuestro mensaje para el pueblo estadounidense, y estoy absolutamente convencido de que cuando la gente nos vea hablando sobre nuestro rumbo para EE.UU., van a apoyarme a mí porque sé lo que se requiere para impulsar la economía y el presidente ha demostrado que él no lo sabe", dijo Romney esta semana en una entrevista con la cadena televisiva ABC.

Dependiendo de su actuación, los tres debates serán o bien la tabla de salvación de Romney o la roca que pueda hundir sus aspiraciones presidenciales, según los expertos.

"Existe la posibilidad de que si a Romney le va particularmente bien, o que a Obama no le vaya muy bien, los vientos de esta contienda cambien", afirmaron hoy en un ensayo conjunto los analistas Kyle Kondik, Larry J. Sabato y Geoffrey Skelley, de la Universidad de Virginia.

"Otros sucesos, como una crisis internacional o muy malas cifras económicas, pueden en teoría cambiar la narrativa de la contienda", agregaron.

Según afirmó hoy el periódico digital Politico, en las postrimerías de la contienda electoral, los republicanos "temen que, si su candidato no logra una victoria decisiva en el primer debate, éste continuará en una espiral descendente y perderá su última y mejor oportunidad de recuperarse".

"Ha pasado de ser algo importante (para Romney) a algo para mantenerse con vida", dijo al diario el encuestador republicano Steve Lombargo, que trabajó para la anterior campaña presidencial de Romney en 2008.

El debate del miércoles próximo en la Universidad de Denver, de 90 minutos, estará dividido en seis segmentos, tres de los cuales se centrarán en la economía, mientras que el resto se repartirá en asuntos como el cuidado de la salud, el papel del Gobierno y la gobernabilidad, según la Comisión de Debates presidenciales.

Con toda probabilidad saldrá a relucir el vídeo secreto, realizado en mayo y divulgado el pasado día 17 por la revista Mother Jones, en el que Romney menosprecia al "47 %" que apoya a Obama y que, según él, "se sienten víctimas", no pagan impuestos a la renta y quieren vivir mantenidos por el Gobierno.

A juzgar por el repunte de Obama en las encuestas, ese vídeo ha supuesto un duro revés para Romney, puesto que la campaña de Obama ha explotado el asunto en anuncios televisivos y en mítines electorales.

Los siguientes debates presidenciales se llevarán a cabo el día 11 en Danville (Kentucky), centrado en política exterior, y el día 16 en Hempstead (Nueva York), con estilo de asamblea popular y una mezcla de asuntos domésticos e internacionales.

Romney ha tenido más tiempo para prepararse, tomando en cuenta que en el proceso de primarias republicanas hubo un total de 23 debates y foros.

Obama, por contra, ha tenido que suprimir algunos días de preparación debido a su agenda, la ebullición de los sucesos en Oriente Medio y "las meras limitaciones de gobernar", según explicó hoy Jen Psaki, portavoz de su campaña.

Por ahora, Obama solo tiene previsto tres días para prepararse para los debates, a puerta cerrada, comenzando el próximo domingo en un suburbio de Henderson, Nevada.

La última vez que Obama se enfrentó a un contrincante en un debate fue en 2008, cuando él mismo se postuló a la presidencia, pero sus asesores han estado revisando todo el historial de Romney en busca de pistas.

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