Rosell considera "ridículo" el número de convenios colectivos con problemas

  • El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha afirmado hoy que el número de convenios pendientes de negociar para evitar que decaigan el próximo 8 de julio es "ridículo" porque no van a ser más de cien en toda España.

Madrid, 2 jul.- El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha afirmado hoy que el número de convenios pendientes de negociar para evitar que decaigan el próximo 8 de julio es "ridículo" porque no van a ser más de cien en toda España.

En declaraciones a la prensa tras participar en un seminario de fundación FAES del PP, Rosell ha negado que haya, tal y como dicen los sindicatos, dos millones de trabajadores que se pueden quedar sin convenio la próxima semana.

La reforma laboral ha limitado a un año -que finaliza el próximo 7 de julio- la renovación automática de los convenios (ultraactividad) que hayan sido denunciados por alguna de las partes.

Ante la falta de acuerdo esos convenios quedarían sin efecto, por lo que pasarían a regirse por otro de ámbito superior si lo hubiese (el estatal, sectorial o provincial) o si no por el Estatuto de los Trabajadores, lo que podría suponer que su salario fuese el mínimo interprofesional.

Según Rosell, los empresarios no están en la tesitura "de no negociar" y dejar que decaigan los convenios.

El presidente de la CEOE ha explicado que no hay "problemas evidentes" en las negociaciones que se están llevando a cabo.

Algún convenio está pendiente, pero la "inmensa mayoría" se está resolviendo con "normalidad", ha añadido Rosell, quien ha emplazado a los representantes empresariales y de los trabajadores a que ayuden para que se acaben firmando los pendientes.

Al respecto, ha dicho que en Cataluña son 20 los convenios "con problemas".

Por otra parte, sobre la devolución de las ayudas que han recibido los astilleros españoles, ha afirmado que es un sector "tremendamente importante" para el país, por lo que ha pedido a la Comisión Europea que piense "mejor" este asunto.

En cuanto a las modificaciones introducidas en el Impuesto de Sociedades por el Gobierno ha indicado que a los empresarios lo que les gusta es que el tipo sea bajo y que haya los menos cambios posibles.

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