Rousseff recibe apoyo en manifestaciones contra el "golpe" del impeachment

  • Miles de personas protestaron este miércoles en 42 ciudades de Brasil en contra de lo que consideraron un intento de "golpe" contra de la presidenta Dilma Rousseff, que encara un juicio político que podría terminar con su destitución.

"¡No va a haber golpe!", gritaban en la neurálgica avenida Paulista de Sao Paulo los manifestantes, en su mayoría vestidos de rojo, color del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff. En otras grandes ciudades como Rio de Janiero y Brasilia se reunieron también partidarios de la mandataria.

Las protestas, convocadas por centrales sindicales y movimientos sociales, reunieron en total a 51.000 personas según la policía y a 292.000 según los organizadores, informó el portal G1 de Globo.

Rousseff, una exguerrillera de izquierda de 68 años que inició un segundo mandato hace menos de un año, enfrenta tormentas en todos los frentes, con la economía en recesión desde el segundo trimestre, déficit fiscal, una inflación superior a dos dígitos y un desempleo creciente.

Y con índices de popularidad que no llegan al 10%, es blanco de este procedimiento de impeachment en el Congreso señalada de maquillar cuentas públicas.

"No consiguieron nada atacando mi biografía que es conocida, una mujer que luchó, yo soy una mujer honesta. No consiguen encontrar una razón consistente para sus actos para intentar interrumpir mi mandato y es eso, esa falta de razón que nosotros llamamos golpe (...). Luchare contra la interrupción ilegitima de mi mandato", dijo Rousseff en un acto progobierno en Brasilia, en el que le acompañó el expresidente uruguayo, José Mujica.

Son las primeras manifestaciones a favor de la mandataria desde que el presidente de la cámara de Diputados y enemigo de Rousseff, Eduardo Cunha, aceptó un pedido de juicio político de la oposición.

"Estoy aquí para protestar contra la aberración política que trata de derrumbar a una presidenta elegida democráticamente", dijo a la AFP Clarise De Almeida, una abogada de 24 años, que caminaba en la Paulista con una pancarta en la que se veía la cara de Rousseff en blanco y negro y el mensaje "Dilma se queda".

"No hay fundamento para el impeachment de la presidenta, son las élites las que quieren tomar de nuevo el poder", indicó por su parte Vera Alice Demetrio, envuelta en una bandera de la última campaña de Rousseff.

Las cifras de asistencia siempre son distantes entre lo que dice la policía y los manifestantes. Por ejemplo en Brasilia, las autoridades hablan de 3.000 y 15.000 los organizadores. En Sao Paulo variaron de 3.000 (policía) a 100.000 (organizadores).

La encuestadora Datafolha habló de 50.000 en la metrópoli financiera, más que los 40.000 que calculó en la marcha del domingo a favor de la salida del gobierno.

Los opositores reunieron, según la policía, 83.000 personas y 407.000 según los organizadores. Esa marcha tuvo mucho menos fuerza que otras multitudinarias como la del 15 de marzo, que congregó 2,4 millones.

"No hay ninguna prueba contra Dilma, mientras que hay muchas contra Cunha y continúa con mucho poder gracias al grupo que le sustenta", afirmó José Francisco de Melo, un profesor de 51 años militante del PT.

Cunha está acusado por la fiscalía de recibir 5 millones de dólares en sobornos millonarios en el marco del megafraude a Petrobras y luego ocultarlos en cuentas secretas en Suiza.

El fiscal general Rodrigo Janot pidió a la corte suprema ordene su separación del cargo, después de que la policía allanara sus domicilios y oficinas la víspera, y el Consejo de Ética de la cámara baja abrió una investigación en su contra que podría acabar con su mandato.

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