Rousseff sustituye a su ministro de Transportes por presiones electorales

  • La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, destituyó hoy al titular de la cartera de Transportes, César Borges, cuya salida era exigida por el Partido de la República (PR), al que pertenece el ahora exministro.

Brasilia, 25 jun.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, destituyó hoy al titular de la cartera de Transportes, César Borges, cuya salida era exigida por el Partido de la República (PR), al que pertenece el ahora exministro.

La salida de Borges fue formalizada en una nota oficial difundida por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, la cual sólo dice, en dos líneas, que el nuevo ministro será Paulo Sérgio Passos, también del PR y quien ya había ocupado ese cargo, y que Borges se hará cargo de la Secretaría Nacional de Puertos.

La nota no hace alusión a las presiones del PR, que a través de varios dirigentes alertó de que si Borges no era sustituido esa formación podría revisar su decisión de apoyar la candidatura de Rousseff a la reelección en los comicios del 5 de octubre próximo.

El secretario general del PR, Antonio Carlos Rodrigues (SP), dio claras señales el martes en el sentido de la presión que ejercía ese partido en relación al despacho de Transportes.

"Borges no representa al PR", declaró Rodrigues, después de que otros dirigentes de esa formación amenazaron incluso con abandonar la coalición de Gobierno y oponerse a la candidatura de Rousseff.

La relación entre Borges y su partido se había desgastado en los últimos meses debido, al parecer, a que había postergado o incluso rechazado algunos proyectos propuestos por parlamentarios de esa formación.

El PR cuenta actualmente con 31 de los 513 diputados y cuatro de los 81 senadores, representación que le garantiza a ese partido un minuto de propaganda electoral gratuita en televisión, que es el principal medio de propaganda en Brasil y estará a disposición de Rousseff.

Según fuentes políticas, la posibilidad de perder ese tiempo y el apoyo del PR en la campaña para su reelección llevó a la mandataria a ceder frente a las presiones de esa formación y sustituir a Borges, quien estaba en el cargo desde abril del año pasado.

Las normas electorales brasileñas establecen, para la campaña, un tiempo de propaganda total de 50 minutos por día distribuidos entre los partidos que apoyan a cada candidato proporcionalmente según su representación parlamentaria.

De acuerdo con cálculos preliminares, Rousseff contará con casi la mitad de ese tiempo, gracias al apoyo de una docena de partidos.

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