Rsc. El 75 por ciento de la obra social de las cajas se destina a la igualdad de oportunidades

Tres cuartas partes, el 75 por ciento, de la Obra Social de las cajas de ahorro se destina a promover la igualdad de oportunidades según un estudio elaborado por el Centro de Estudios Económicos Tomillo y editado por Funcas.
De acuerdo con el informe, las iniciativas que se ponen en marcha con la obra social pueden considerarse un elemento corrector que la sociedad identifica como positivo y demandado.
Otros factores de igualdad son el poder adquisitivo, la cercanía a centros de referencia, el elevado nivel cultural-formativo de la red familiar y social, los programas de los ayuntamientos de residencia y el hecho de vivir en núcleos urbanos.
Por el contrario, favorecen la desigualdad la lejanía de los entornos urbanos, la falta de un transporte que acerque a las ciudades, la masificación y la atención en determinados servicios públicos, el sexo, la edad, la discapacidad, y la falta de recursos tecnológicos.
Ambos factores, de igualdad y desigualdad, han sido descritos por los grupos de trabajo de los que ha partido la información básica con la que se ha elaborado el estudio.
De estos mismos grupos ha surgido una serie de factores correctores, que cumplen un papel esencial en la promoción de la igualdad y, en sentido opuesto, en la amortiguación de determinados elementos que tienden a perpetuar las desigualdades.
Estos elementos correctores o de cohesión descritos en el trabajo cualitativo, son las redes sociales y familiares, las asociaciones privadas y públicas que facilitan el acceso a servicios, el transporte local e interurbano, determinadas prestaciones económica (becas, desempleo), la Ley de Igualdad, las ayudas a los emprendedores y al autoempleo, la formación a distancia y el acceso a Internet o el acceso a la financiación.
Todos los factores, de igualdad, desigualdad y correctores, surgidos de la reflexión de los participantes, se han concentrado en nueve dimensiones, que resumen la idea de igualdad que tienen los ciudadanos españoles: sanidad, cultura y tiempo libre, educación como formación reglada, educación cívica y capacidades personales, empleo, vivienda, financiación, necesidades básicas y justicia.