RSF condena el hostigamiento contra la prensa que cubre comicios en Honduras

  • Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó hoy la represión y la violencia ejercida por agentes de la policía contra la prensa que está cubriendo las elecciones en Honduras y pidió que tanto el Gobierno como la oposición respeten su trabajo.

París, 27 nov.- Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó hoy la represión y la violencia ejercida por agentes de la policía contra la prensa que está cubriendo las elecciones en Honduras y pidió que tanto el Gobierno como la oposición respeten su trabajo.

En esta fase de incertidumbre ligada a "los controvertidos resultados preliminares" de los comicios presidenciales, según indicó la ONG en un comunicado, "las autoridades deben garantizar la seguridad de los periodistas y sancionar a los agentes responsables de tanta violencia".

Reporteros indicó que entre los periodistas agredidos en los altercados entre policías y estudiantes se encuentran el fotógrafo del diario "La Tribuna" Mario Fajardo y la corresponsal de "Globo TV" Victoria Aguilar, que perdió el conocimiento por culpa del gas lacrimógeno.

RSF añadió que el pasado 22 de noviembre, en el departamento de Colón, César Obando Flores, de la radio local "Libre Estéreo", denunció haber recibo llamadas telefónicas en las que lo amenazaban de muerte si cubría las elecciones.

En las elecciones del domingo en Honduras participaron por primera vez nueve partidos políticos, cuatro de ellos surgidos tras la asonada de junio de 2009 contra el expresidente Manuel Zelaya, y según la autoridad electoral ganó el oficialista Juan Orlando Hernández, algo que la oposición rechaza.

Para Reporteros Sin Fronteras, el clima de polarización extrema de este periodo electoral ha incrementado los riesgos que corren los periodistas, y la incertidumbre y las protestas por los resultados continúan agravando la situación.

"La brutalidad de estos últimos días recuerda los acontecimientos registrados durante el golpe de Estado del 28 de junio de 2009", lamentó RSF, para la que la reconstrucción del Estado de derecho depende de la transparencia de las estructuras estatales y del pluralismo de los medios, garantizado por el respeto del trabajo de los periodistas.

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