Ruiz-Mateos y sus tropiezos con la Justicia

  • Desde que el 23 de febrero de 1983 el Gobierno decidiera expropiar Rumasa, José María Ruiz-Mateos, el empresario jerezano propietario del grupo empresarial, ha rehusado presentarse ante la Justicia en varias ocasiones y ha convertido en un espectáculo muchas de sus comparecencias en los tribunales.

Madrid, 12 ene.- Desde que el 23 de febrero de 1983 el Gobierno decidiera expropiar Rumasa, José María Ruiz-Mateos, el empresario jerezano propietario del grupo empresarial, ha rehusado presentarse ante la Justicia en varias ocasiones y ha convertido en un espectáculo muchas de sus comparecencias en los tribunales.

Huir disfrazado con peluca y bigote de la Audiencia Nacional, vestirse de "Superman" o agredir a Miguel Boyer -el ministro de Economía que ordenó la expropiación de Rumasa- se cuentan entre los momentos más recordados en sus avatares judiciales.

Tras la expropiación de Rumasa, Ruiz-Mateos se trasladó a Londres y, un año después, a Alemania. Fue detenido en el aeropuerto de Francfort y en noviembre de 1985 llegó extraditado a España, donde pasó unos meses en la prisión de Carabanchel antes de quedar en libertad bajo fianza.

En el verano de 1987 Ruiz-Mateos decidió no presentarse a una citación de la Audiencia Nacional y se marchó con su familia a visitar santuarios marianos. Fue detenido y tras una semanas en prisión quedó de nuevo en libertad bajo fianza.

En agosto de 1988 no se presentó ante el juez de delitos monetarios de la Audiencia Nacional en protesta por la tardanza en ser sometido a juicio y se trasladó ilegalmente a Portugal.

Fue detenido en Tarragona en septiembre y la Audiencia Nacional decretó su libertad provisional bajo fianza de cien millones de pesetas (600.000 euros), que posteriormente redujo a diez.

El 27 de octubre de 1988, durante una comparecencia ante la Audiencia Nacional, se negó a declarar, insultó a la fiscal del caso y seguidamente, aprovechando un descuido de los policías, huyó disfrazado con una peluca y una gabardina.

El 13 de noviembre fue detenido en la localidad onubense de Lepe y, tras ingresar en prisión, fue puesto en libertad bajo fianza.

El juicio fue finalmente fijado por la Audiencia Nacional para el 31 de marzo de 1989, pero el tribunal suspendió la vista tras la renuncia del empresario a ser defendido por sus abogados.

El 3 de mayo siguiente Ruiz-Mateos dio una puñetazo a Miguel Boyer a la salida del juzgado de instrucción número siete de Madrid, donde el ex ministro de Economía y Hacienda había acudido a declarar en relación con una querella presentada contra él por Ruiz-Mateos.

El empresario dedicó a Boyer toda clase de insultos y uno de sus abogados, Javier Sáinz Moreno, también abofeteó al ex ministro.

En las elecciones al Parlamento Europeo celebradas un mes después, el empresario jerezano fue elegido eurodiputado y la causa judicial sobre la expropiación de Rumasa pasó al Tribunal Supremo.

En mayo de 1992, poco antes de la comparecencia ante el juzgado número 21 de Madrid de varios imputados por el caso Ibercorp, José Maria Ruiz-Mateos apareció vestido de Supermán y gritando reiteradamente "¡Que te pego, leche!", la misma frase que había gritado cuando agredía a Boyer unos años antes y que le sirvió, tiempo después, para promocionar chocolates de una de sus empresas en un anuncio de televisión.

El disfraz de "Supermán" fue sólo uno más de los que vistió en diversas vistas judiciales, entre ellos el de presidiario, el de chulapo (acompañado por su mujer Teresa Rivero) o el capote de torero.

El Tribunal Supremo tenía previsto juzgar a Ruiz-Mateos en marzo de 1994, pero una vez más el juicio quedó pospuesto, en esta ocasión porque el empresario perdió su condición de aforado y la causa volvió a la Audiencia Nacional.

Finalmente fue juzgado en enero de 1997 y la Audiencia Nacional le absolvió porque, aunque consideró probadas varias falsedades e impagos de impuestos, estimó que no hubo delito porque no causaron perjuicio a nadie.

El 4 de octubre de 2005, la Audiencia Nacional le condenó a tres años de prisión y a una multa de 21.600 euros por los delitos de alzamiento de bienes y de insolvencia punible a través de la compra de la agencia de viajes "Mundo Joven".

Ingresó en prisión el 26 de junio de 2007, pero seis días después le fue concedido el tercer grado por su avanzada edad y delicado estado de salud.

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