Rumí dice que el Gobierno no renuncia a mejorar el poder adquisitivo de los funcionarios

Santander.- La secretaria de Estado para la Función Pública, Consuelo Rumí, ha afirmado hoy que el Gobierno central "no renuncia" a mejorar, "tan pronto como la situación lo permita", el poder adquisitivo de los empleados públicos .

Durante la inauguración del curso "Política para la administración: retos y oportunidades en la segunda década del siglo", que esta semana se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Rumí ha recordado que, desde 2004, el aumento del poder adquisitivo de los funcionarios había sido "constante".

Y ha enfatizado que los "ajustes salariales" que se les ha aplicado han sido "medidas imprescindibles y urgentes" motivadas por el "deslizamiento de la economía mundial como resultado de la crisis global" que el Gobierno ha tenido que adoptar por "responsabilidad".

Según Rumí, "se ha actuado con celeridad" y la mayoría de los funcionarios ha "entendido las circunstancias".

Además, en relación con la huelga general convocada para el 29 de septiembre, ha señalado que "con independencia del desacuerdo con las organizaciones sindicales", el Gobierno "respeta dentro de la discrepancia" la decisión adoptada por los sindicatos.

Pero también ha declarado que "nadie confunda la diferencia legítima con la hostilidad", porque "no va a ser el sello de un gobierno que quiere contar con los sindicatos para, desde el respeto y el diálogo, seguir avanzando en un camino necesario de reformas".

Rumí, durante su intervención en la UIMP, ha destacado que el objetivo de su departamento es "alcanzar una administración de excelencia", que sea "más ágil y eficiente".

Según la secretaria de Estado, se trata de que la administración esté "a la altura de una sociedad cada vez más compleja y exigente", para poder así llevar a cabo una acción pública "cada vez más potente".

En este sentido, Rumí considera que se debe contar con unos empleados públicos más eficientes y motivados; seguir avanzando en la administración electrónica y propiciar una mejora general de la calidad en la administración pública.

Además de considerar que la administración pública cuenta con funcionarios "bien formados y eficaces", Rumí aboga por procedimientos que contribuyan a un mayor rendimiento y que éste "se evalúe, se reconozca y se recompense".

También cree que hay que priorizar la consecución que de "una administración en línea con el ciudadano" para que, a través de internet, exista una administración "sin papeles y sin colas, avanzada y moderna, que rompa los tópicos y que sea capaz se ofrecer servicios en tiempo real las 24 horas de los 365 días del año, y facilite la vida a la gente".