Ruscalleda opina que"Montilla y Mas deberían tomar sopas, que agudizan la creatividad"

Barcelona.- La cocinera catalana Carme Ruscalleda (San Pol de Mar-Barcelona, 1952) se inició en los fogones cuando incorporó una sección de platos caseros a la charcutería familiar, y hoy es la única mujer del mundo que posee cinco estrellas de la Guía Michelín.

Desde este reconocimiento, Ruscalleda sugiere a los candidatos José Montilla (PSC) y Artur Mas (CiU) "que coman sopas porque agudizan la creatividad".

Defensora de la cultura y la lengua catalanas, Ruscalleda aboga no obstante por que la mezcla siempre suma, filosofía que le llevó a abrir en 2004 un restaurante de cocina catalana en Tokio (Japón), al que bautizó con el mismo nombre que su exitoso Sant Pau, ubicado en el Maresme barcelonés.

Con numerosos galardones y reconocimientos en su haber, Ruscalleda continúa dando vida a nuevos proyectos: la próxima Navidad sorprenderá con unas chucherías para adultos elaboradas con vino.

Pregunta.- A pocos días de las elecciones autonómicas, si tuviera que trasladar la situación actual de Cataluña en sabores de los que usa habitualmente en su cocina, ¿Cuáles escogería?

Respuesta.- Sabores diversos, complejos, con muchísimo juego, con mucha diversidad. Lo importante es saber cocinar la mezcla con equilibrio.

P.- En los últimos años han surgido en Cataluña formaciones con planteamientos xenófobos. ¿Se está rompiendo el equilibrio?

R.- Yo defiendo el respeto, y las culturas siempre suman. Hay que recordar que en el primer recetario catalán se hallan posos de cultura romana, árabe. Hay que aceptar la mezcla, y verla con buenos ojos, con equilibrio.

P.- Entre los candidatos a presidir la Generalitat sólo hay una mujer. ¿Hay equilibrio si hablamos de género?

R.- La mujer que se coloca en el primer puesto lo hace sabiendo que nosotras no somos ciudadanas de segunda fila. Cada vez más, las mujeres se ven capaces de dirigir incluso algo tan complejo como un partido político.

P.- Sin embargo, aún persisten las manifestaciones machistas, incluso en la política.

R.- Sólo convenceremos a los machistas actuando de manera impecable, como no se esperan, con grandes acciones. No podemos gastar energías en devolver respuestas a quienes tienen oídos sordos. Debemos disculpar las gafas de sol muy oscuras que llevan quienes no son capaces de ver el paisaje actual.

P.- Se acaba de aprobar un contrato de formación para los jóvenes que ni estudian ni trabajan. ¿Qué hay que hacer para ayudar a los que llegan a los 30 y no saben apenas freír un huevo?

R.- Es muy fácil. Los sentidos del placer y del sabor los tenemos todos, sólo que hay quien los pone en funcionamiento y quien los tiene en 'stand by', y se conforma con los sabores grises. Únicamente hay que hacer que descubran los colores y la salud, esa es la fórmula.

P.- ¿Qué dieta recomendaría a los candidatos para que lleguen a la catalanas del 28-N en plena forma?

R.- Tienen que tomar los alimentos que les corresponden como mediterráneos. Deben pasarse por el mercado y escoger productos de temporada. Un compañero mío suele recomendar: "Debes comer como tu bisabuelo pero con la coherencia de 2010".

P.- Usted acostumbra a defender los productos de la tierra, y el campo catalán.

R.- Sí, debemos proteger la grandeza del gran colectivo agrícola catalán, que quiere hacerlo bien. Y quien se presenta para president es el que más debe protegerlo, que para eso tiene la sartén por el mango.

P.- En la era de la globalización, ¿Las esencias están amenazadas? ¿Sobrevivirá la dieta mediterránea?

R.- Claro que sobrevivirá. Y lo hará no sólo por ser sana: tiene el valor de ser saludable pero también el valor del placer. Es un monumento que deberíamos ser capaces de proteger.

P.- ¿Se está haciendo lo suficiente en este sentido?

R.- El sector profesional está haciendo mucho por que esto sea posible. La Administración debe entender el valor de la cultura mediterránea.

P.- Cada día le pedirán multitud de sugerencias en su restaurante, ¿Qué plato recomendaría a José Montilla y a Artur Mas?

R.- A ambos les diría que coman sopas, porque agudizan la creatividad. Ya lo dice el refranero popular catalán: "Qui menja sopes, se les pensa totes"("Quien come sopas, se las piensa todas").