Rusia condena a 20 años al cineasta ucraniano Oleg Sentsov por "terrorismo"

    • La condena incluye medidas de detención en "régimen riguroso" que le dificultarán el acceso al teléfono de la cárcel.
    • Se le acusa de haber coordinado un grupo de activistas, afiliado al movimiento paramilitar ultranacionalista ucraniano Pravy Sektor.
Ukrainian film director Oleg Sentsov reacts inside
Ukrainian film director Oleg Sentsov reacts inside

El cineasta ucraniano Oleg Sentsov, opositor a la anexión de Crimea por Rusia, fue condenado este martes por "terrorismo" a 20 años de prisión en "régimen riguroso" por un tribunal de Rostov del Don (suroeste de Rusia). "Este tribunal condena a Oleg Sentsov a 20 años de prisión", dijo el juez al anunciar brevemente el veredicto. La condena a Sentsov incluye medidas de detención en "régimen riguroso", que prevé condiciones más draconianas, en particular en cuanto al acceso al locutorio de la cárcel y la frecuencia de su correo.

Alexandre Kolchenko, también en el banco de los acusados junto al director, fue condenado a 10 años de prisión. Ambos comparecieron por "terrorismo", "organización de un grupo terrorista" y "tráfico de armas", en un caso que consideran como político. En el momento de enunciar el veredicto, Sentsov y Kolchenko aparecieron sonrientes y desafiantes, tras lo que se tomaron por los hombros y cantaron el himno nacional ucraniano. "¡Resiste Oleg! Llegará el momento para quienes organizaron este juicio contra ti de sentarse en el banco de los acusados", reaccionó inmediatamente en su cuenta en la red internauta Twitter, el presidente ucraniano Petro Poroshenko.

La semana pasada, el fiscal había pedido 23 años de prisión para Sentsov y 12 para Kolchenko. Sus abogados habían solicitado el sobreseimiento de la causa, afirmando que el director "nunca creó la menor organización terrorista". El realizador, de 39 años de edad, había preferido referirse durante el juicio a los actos de tortura de los que afirma haber sido víctima en prisión. "Cuando te cubren la cabeza con un saco, te golpean, puedes en media hora olvidar en lo que crees y declarar todo lo que te piden. ¿Pero, de qué valen tus convicciones si no estás dispuesto a sufrir por ellas?", lanzó en su declaración final, aplaudida entre el público.Detenido en su casa

A Sentsov, que fue detenido en mayo de 2014 en su domicilio de Crimea, se le acusa de haber coordinado un grupo de activistas, afiliado al movimiento paramilitar ultranacionalista ucraniano Pravy Sektor (Sector Derecho), cuya misión era atacar las organizaciones prorrusas y las infraestructuras de la península. Desde entonces se encontraba detenido en la cárcel de alta seguridad moscovita de Lefortovo, administrada por los servicios secretos rusos.

Durante su juicio admitió que participó en las protestas (de la plaza) del Maidán en Kiev, el movimiento de contestación proeuropeo que llevó a la caída del presidente prorruso Viktor Yanukovich, pero negó rotundamente las acusaciones en su contra. La Unión Europea, Estados Unidos, el propio Poroshenko y colegas del cineasta han pedido su liberación. La European Film Academy, integrada por unos 3.000 profesionales del sector, hace circular actualmente una petición para exigir su liberación.

Ken Loach, Wim Wenders y Aki Kaurismäki son algunos de los firmantes. Varios cineastas rusos, desde Alexandre Sokurov hasta el conservador Nikita Mijalkov, demandaron al presidente Vladimir Putin su liberación. El sábado, Andrei Zviaguintsev, cuyo filme "Leviatán" fue recompensado en el festival de Cannes en 2014 y en los Golden Globes en 2015, también aportó su apoyo a Sentsov."Creo que nadie será absuelto"

A pesar de estas manifestaciones a su favor, los abogados de ambos condenados no escondieron su pesimismo, en particular porque otras dos personas acusadas junto al director ucraniano ya fueron condenadas a siete años de reclusión en una colonia penitenciaria. "Creo que nadie será absuelto", había declarado a la AFP uno de los abogados, Dmitri Dinze, explicando que cifra todas sus esperanzas en un eventual intercambio de prisioneros con Ucrania.

El lunes, la ONG Amnistía Internacional (AI) había denunciado un juicio "injusto" y "plagado de irregularidades". La primera película de Oleg Sentsov, "Gamer", fue premiada en 2012 en el festival de Rotterdam, Holanda, lo que le permitió encontrar financiación para producir un segundo largometraje, interrumpido por la revolución ucraniana.Sentsov, ni el primero ni el último

Según informa el diario 'Le Monde' otra ucraniana célebre detenida en Rusia, la polito Nadia Savtchenko, se la acusa de ser responsable de la muerte de dos periodistas rusos al este de Ucrania, será juzgada próximamente en Donetsk, Rusia, una ciudad con el mismo nombre que la localidad ucraniana que se ha convertido en el bastión de los separatistas prorrusos.

La condena de Sentsov no ha sido la única de estas carcterísticas que Rusia ha impuesto en los últimos tiempo. Sin ir más lejos, la semana pasada la justicia rusa sentenció al oficial de seguridad estonio, Eston Kohver, a 15 años de cárcel acusado de espionaje. Kohver fue detenido en la frontera con Rusia el pasado mes de septiembre y, a pesar de las insistencias de Tallin y la Unión Europea que advirtieron de que el oficial fue secuestrado, Moscú le acusó de estar en plena "operación de espionaje" en su territorio, según informó la BBC.

Tampoco ha sido la primera vez que el Gobierno ruso coloca en su punto de mira al mundo de la cultura. Ya en 2007 condenó al ajedrecista Gary Kasparov a cinco días de prisión después de ser detenido en una manifestación conocida como 'la marcha de los disidentes'. Fue acusado de no obedecer las órdenes de la Policía durante la protesta contra el presidente del país, Vladimir Putin.

La condena de las artistas 'Pussy Riots' también dió la vuelta al mundo después de que se las condenara a prisión tras protagonizar una performance en una Iglesia Ortodoxa en la que cantaban consignas contra Putin. Entonces el mundo de la cultura a nivel mundial se volcó en pedir la absolución deNadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina. Finalmente, Moscú tuvo que ceder a las presiones de la Comunidad Internacional y terminó amnistiando a las jóvenes.

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