Rusia se ceba con el alcalde de Moscú

  • Últimamente los medios de comunicación públicos en Rusia tienen un tema favorito: Yuri Luzhkov, alcalde de la capital, y sus presuntas corruptelas y meteduras de pata como cuando no se presentó en Moscú este verano durante los primeros días en que las llamas asediaban a gran parte del país, incluida la gran urbe. Y no es que no haya motivo para la crítica, pero lo llamativo es que se esté produciendo a tan alto nivel. Los analistas apuntan a que el Kremlin está moviendo los hilos antes de las próximas elecciones para deshacerse de una figura política que ya no les sirve.
Medvédev enseña los dientes y ataca al alcalde de Moscú
Medvédev enseña los dientes y ataca al alcalde de Moscú
Miriam Elder | GlobalPost

(Moscú, Rusia). Hace cosa de una semana, una veterana activista que lucha por la conservación del patrimonio arquitectónico de Moscú recibió la llamada de un productor de uno de los canales de televisión estatal de Rusia.

Durante seis años ha estado luchando por difundir la causa de su grupo: explicar la sistemática destrucción de los tesoros históricos de Moscú, a menudo para dejar espacio a ostentosos edificios nuevos construidos por una empresa propiedad de la mujer del poderoso alcalde de la capital, Yury Luzhkov. Durante seis años, las televisiones estatales, que es donde la mayoría de rusos ven las noticias, se han negado a escuchar sus quejas.

Pero eso fue hasta el pasado jueves, cuando el productor de VGTRK, la empresa propietaria del Canal 1, la llamó, con voz estresada y agitada."Acababan de recibir la orden de rehacer su programa para el domingo por la noche. Tenían dos días para hacer un programa de una hora sobre cómo el alcalde ha destruido el Moscú histórico", afirma la activista, miembro del grupo conservacionista ArkhNadzor, que prefiere permanecer en el anonimato por las connotaciones políticas del tema.

Estaba claro que la orden había llegado desde las altas esferas del Gobierno.

Desde que se produjo esa llamada, los tres canales estatales rusos se han embarcado en una voraz campaña contra Luzhkov, emitiendo prácticamente cada noche programas en los que destapan la corrupción e ineficacia que han marcado sus 18 años al frente del poder local.

Uno de los programas se centró en su incapacidad para arreglar el notorio caos circulatorio de Moscú. Otro ahondó en la decisión de Luzhkov de permanecer de vacaciones este verano mientras Moscú estaba cubierta de humo, revelando que a lo primero que se dedicó al regresar fue a cuidar de su colección de abejas. Otro espacio televisivo hizo un repaso de los acuerdos inmobiliarios que han ayudado a la esposa del alcalde, Yelena Baturina, a convertirse en la mujer más rica de Rusia y su única millonaria.

A primer vista, todos estos documentales polémicos parecen parte de una campaña diseñada para forzar al poderoso alcalde, de 73 años, a abandonar su cargo ante las elecciones parlamentarias de este otoño y de las presidenciales de comienzos de 2012.

Pero el verdadero motivo de la campaña puede ser aún más oscuro."Lo que vemos en público, que es una campaña vergonzosa y cínica para vilipendiar al alcalde, es una pequeña fracción de lo que está ocurriendo realmente", asegura Masha Lipman, analista del Carnegie Center de Moscú.

Luzhkov, que gobierna en Moscú desde 1992, ha negado reiteradamente que su reinado esté próximo al fin, pero esta es la primera vez en que se enfrenta a una campaña pública de desprestigio de tanta envergadura."Es irónico que esto parezca una campaña pública, cuando de hecho la audiencia no es el público", afirma la analista.

"No estamos hablando de nada nuevo", afirma la activista del patrimonio que fue entrevistada para el programa anti-Luzhkov. "Entendemos que nuestras preocupaciones abarcan algunos temas políticos", admite.

De hecho, el Kremlin no necesita de ningunas elecciones para librarse de Luzhkov. "Luzhkov no es un cargo electo; el público no le votará", apunta Lipman. "Le corresponde al Kremlin designar a los gobernadores, y es decisión del Kremlin cesarles".

Luzhkov, al igual que el alcalde de San Petersburgo, técnicamente ostenta el cargo de gobernador, debido a la importancia de ambas ciudades y a que las elecciones a gobernador se abolieron en 2004 para centralizar el control del Kremlin del país.

Lo que aparenta querer ahora el Kremlin es que Luzhkov se vaya por iniciativa propia, que presente su dimisión voluntariamente y que asegure una transición suave, evitando cualquier tipo de inestabilidad, un objetivo primordial para el dúo que gobierna el país.

A medida que Rusia se prepara para su nueva ronda de elecciones, Lipman asegura que les conviene tener colocados a gobernadores leales que puedan servir para conseguir los resultados electorales que necesitan y que manejen las regiones durante el próximo mandato presidencial. El presidente Dmitry Medvedev ha sustituido recientemente a varios gobernadores, incluido al veterano político al frente de la petrolífera región de Bashkortostan, que también se negó a dejar el poder discretamente y fue objeto de una sucia campaña antes de abandonar el cargo en julio.

Luzhkov es uno de los pocos políticos de la vieja guardia que continúa activo, y su control sobre Moscú, el epicentro de la vida política y empresarial de Rusia, es lucrativo. Algunos analistas rusos dicen que está negociando un "paquete de jubilación" más generoso que el que le ofrece el Kremlin; uno que les permitiría (a él y a su mujer) seguir engordando su fortuna sin temor a la persecución judicial.

La campaña también está permitiendo que el creciente descontento con la gestión de los incendios y de la carretera que atraviesa el bosque de Moscú esté recayendo sobre el alcalde, en lugar de apuntar hacia autoridades más poderosas (aunque no se puede olvidar que Luzhkov es miembro fundador de Rusia Unida, el partido en el Gobierno, y parte de su consejo de dirección).

En Moscú ya se da por hecho la marcha de Luzhkov, o bien de manera inminente o, como todo parece apuntar, cuando su mandato expire el próximo año.

Mientras tanto, la campaña de desprestigio continúa. La emisión del programa sobre la destrucción arquitectónica de Moscú fue finalmente pospuesta para este domingo por la noche, y será presentado por Maria Sittel, presentadora estrella de la televisión rusa.

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