Saakashvili cambia el Gobierno para afrontar unas parlamentarias cruciales

  • El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, ha dado un golpe de timón al cambiar inesperadamente el Gobierno con el propósito declarado de afrontar las cruciales elecciones parlamentarias de octubre, a las que el oficialismo llega con un acusado desgaste.

Misha Vignanski

Tiflis, 1 jul.- El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, ha dado un golpe de timón al cambiar inesperadamente el Gobierno con el propósito declarado de afrontar las cruciales elecciones parlamentarias de octubre, a las que el oficialismo llega con un acusado desgaste.

Fiel a su estilo, Saakashvili anunció el sábado por la noche la sustitución del tecnócrata Nikoloz Guilauri por el ministro del Interior y su hombre de más confianza, Ivané Merabishvili, en la jefatura del Gobierno.

"Pronto tendremos elecciones parlamentarias y para mí es importante que el Gobierno presente un programa con el que podamos concurrir a los comicios", dijo el presidente georgiano al explicar su decisión.

Saakashvili se deshizo en elogios a Merabishvili, de 44 años, quien ya en su cargo de ministro del Interior era considerado el hombre fuerte del Gabinete.

"Merabishvili logró asestar un golpe decisivo a la delincuencia y la corrupción", dijo el jefe del Estado, que se mostró convencido de que el nuevo primer ministro sabrá resolver el "principal problema del país: el desempleo".

El presidente georgiano anunció que mañana lunes Merabishvili, quien debe ser ratificado en el cargo por el Parlamento, presentará sus propuestas sobre la composición personal del nuevo Gabinete de Ministros.

"En Georgia el poder siempre ha estado concentrado en las estructuras de fuerza y Merabishvili ya era en la práctica el mandamás del Gabinete", comentó el diputado y líder del Partido Demócrata Cristiano, Gueorgui Targamadze, en declaraciones a la cadena de televisión "Maestro".

Para Saakashvili, catapultado al poder por la "Revolución de las rosas" que en 2003 forzó la dimisión de Eduard Shevardnadze de la jefatura del Estado, las elecciones de octubre son clave, ya que gran parte de la próxima legislatura se desarrollará en un nuevo marco constitucional.

Según las enmiendas aprobadas recientemente a la Ley Fundamental, el próximo presidente de Georgia, que será elegido a fines de 2013 en unos comicios en los que Saakashvili no puede presentarse a la reelección, verá recortadas sensiblemente sus facultades en favor de las del primer ministro .

Además, para acceder a la jefatura del Gobierno el candidato, que no necesariamente debe ser miembro del Parlamento, deberá obtener el respaldo de al menos el 75 por ciento de los legisladores.

El Movimiento Nacional Unido (MNU) de Georgia, la formación oficialista, cuenta con una mayoría aplastante en la Cámara, pero insuficiente para hacerse con la jefatura del Gobierno una vez que entren en vigor las modificaciones constitucionales.

Para ampliar su base parlamentaria, el presidente georgiano ha apostado por Merabishvili, sin duda su mejor carta, ya que hasta sus adversarios políticos admiten que su gestión como ministro del Interior ha sido excelente.

Secretario general del MNU durante la "Revolución de las rosas", Merabishvili fue nombrado al frente del Consejo de Seguridad Nacional de Georgia a comienzos de 2004 y a fines de ese mismo año, ministro del Interior.

La gran tarea del nuevo primer ministro es derrotar al movimiento opositor "Sueño Georgiano", liderado por el multimillonario Bedzina Ivanishvili, poseedor de una fortuna valorada en 6.400 millones de dólares, y que se ha propuesto desbancar al MNU en el Parlamento.

"En el programa de Gobierno pondrá el acento en tres cosas: el empleo, el desarrollo del campo y la sanidad", declaró el nuevo primer ministro tras su designación.

Curiosamente, las tres grandes prioridades señaladas por Merabishvili son idénticas a las contenidas en el programa electoral de "Sueño Georgiano".

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