Saakashvili dice que no abandonará Georgia después de las elecciones

  • El saliente presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, declaró hoy que no abandonará el país después de las elecciones de hoy, a pesar de que podría ser procesado penalmente al término de su mandato.

Tiflis, 27 oct.- El saliente presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, declaró hoy que no abandonará el país después de las elecciones de hoy, a pesar de que podría ser procesado penalmente al término de su mandato.

"No voy a abandonar Georgia. Nadie me impedirá viajar al extranjero pero me quedo en Georgia", dijo el mandatario del país caucasiano a los medios locales y agregó que para él hoy es un "día habitual".

Esas declaraciones salieron cinco días después de que el primer ministro, Bidzina Ivanishvili, no descartara la apertura de una causa penal contra el que es considerado su acérrimo enemigo.

"No habrá ninguna persecución política contra Saakashvili, pero hay preguntas que tiene que responder", dijo entonces el jefe del Gobierno sobre el actual jefe del Estado, cuyas facultades expiran hoy.

Ivanishvili recordó que el ex primer ministro Vanó Merabishvili, varios ministros y otros altos funcionarios designados por Saakashvili se encuentran en prisión preventiva acusados de diversos delitos.

Saakashvili es sospechoso según sus oponentes políticos de entorpecer la investigación de la muerte de Zurab Zhvania, ex jefe del Gobierno, así como de la disolución violenta de un mitin opositor en Tiflis en mayo de 2011, en la que murieron tres manifestantes y un policía.

Las presidenciales, a las que concurren 23 aspirantes a la jefatura del Estado caucásico con un sólo favorito para la victoria, arrancaron hoy a las 8:00 (hora local).

Todas las encuestas indican que el ex viceprimer ministro Gueorgui Margvelashvili, el abanderado de la gobernante coalición "Sueño Georgiano", ganará los comicios con mayoría absoluta, muy por delante de David Bakradze, el candidato del Movimiento Nacional Unido (MNU) que lidera Saakashvili.

Las elecciones de hoy marcan la culminación de la transición del sistema político georgiano de uno presidencialista a uno presidencialista-parlamentario, que contará con un primer ministro con amplios poderes nombrado por el Parlamento.

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