Sacerdote católico clama a Gobierno de Honduras combatir violencia

Tegucigalpa, 7 abr.- El sacerdote católico Carlos Rubio clamó hoy desde la catedral de Tegucigalpa que las autoridades combatan la violencia y defiendan la vida, tras denunciar que en Honduras hay personas que "se creen señores de la vida, que la dan y la quitan".

"¿Cuántos mueren diariamente en nuestro país violentamente, cuántas lágrimas derramadas, cuántos corazones afligidos, cuántas voces pidiendo justicia y paz?", dijo Rubio, vicario del principal templo católico de la capital de Honduras.

El cura, encargado de vocaciones sacerdotales en la Arquidiócesis de Tegucigalpa, subrayó que en su país "parece que muchos malos hondureños siguen empeñados en que corra la sangre, el dolor, el luto y la convulsión social".

La violencia en Honduras deja un promedio diario de 20 personas muertas, lo que hace figurar al país centroamericano entre los más violentos del mundo, según organismos nacionales e internacionales.

"El clamor de nosotros los cristianos a favor de la vida, se dirige también a las instituciones estatales y públicas para que se defienda con vigor y con constancia todas las formas de vida humana", subrayó el cura.

Además, señaló que las autoridades gubernamentales deben "proteger la vida de los ciudadanos, sobretodo la de los inocentes y los indefensos" y deben promover el amor a la vida ante "tanta violencia y asesinatos".

La violencia en Honduras ha dejado más de 20.000 personas muertas de manera violenta durante la Administración de Porfirio Lobo, que inició el 27 de enero de 2010, según el estatal Comisionado de los Derechos Humanos.

El Gobierno hondureño extendió la semana pasada por diez meses más la permanencia de militares en operativos conjuntos con la Policía en un intento más por combatir la violencia en el país, que registra una tasa de homicidios de 92 por cada 100.000 habitantes, según las Naciones Unidas.

Lobo aprobó en 2011 la participación de militares en operativos policiales y esta es la cuarta ocasión que se amplía.