La etarra Lurdes Txurruka, miembro del Comando Vizkaya, quedó ayer en libertad tras cumplir 20 años y cuatro meses de cárcel. Sus condenas sumaban casi 350 años de pena por varios atentados terroristas, entre ellos, el de dos erztainas y dos guardias civiles.
Txurruka, de 54 años, fue detenida el 18 de noviembre de 1994, cuando volvía de participar en un atentado fallido contra un sargento del Ejército.
Lurdes Txurruka goizaldean heldu da herrira. Muxu eta besarkada artean hartu dute. http://t.co/jWXGoIZnSP#Soraluzepic.twitter.com/rWba7wX2bM— plaentxia.eus (@plaentxia) marzo 21, 2015
Sus mayores condenas correspondieron con el asesinato del ertzaina Juan José Pacheco, fallecido en 1988 en Legazpia (Guipuzkoa) al hacer explosión un artefacto cuando realizaba labores de rastreo en el túnel de la línea férrea Madrid-Irún.
Se le atribuyó además el asesinato a tiros, en 1993, de Joseba Goikoetxea Asla, sargento mayor de la Ertzaintza y uno de los hombres de referencia de la policía vasca. Goikoetxea recibió varios disparos a bocajarro cuando acompañaba al colegio a uno de sus hijos.
También fue condenada por participar en el asesinato del guardia civil Fernando Jiménez Pascual, en 1994 en Bilbao, que falleció por la explosión de objeto sospechoso colocado bajo el asiento de su vehículo, y del también agente del instituto armado José Benigno Villalobos Blanco, asesinado de tres disparos, dos de ellos en la cabeza, cerca de su domicilio.
Txurruka intentó además asesinar hasta en cinco ocasiones al entonces consejero de Interior Juan Mari Atutxa, por lo que se le impuso una pena de 115 años de cárcel.
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