Santos admite error en muerte de militares y dice FARC miente en liberaciones

  • El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reconoció hoy que un error militar le costó la vida a once militares el sábado en una emboscada de las FARC en el departamento de Arauca (este) y aseguró que esa guerrilla le miente a la comunidad internacional sobre la liberación de diez rehenes.

Bogotá, 18 mar.- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reconoció hoy que un error militar le costó la vida a once militares el sábado en una emboscada de las FARC en el departamento de Arauca (este) y aseguró que esa guerrilla le miente a la comunidad internacional sobre la liberación de diez rehenes.

"La falta de rigor, la falta de seguir con los procedimientos al pie de la letra le dio una oportunidad al enemigo y esa oportunidad fue lo que desencadenó este triste resultado", dijo Santos a periodistas al referirse a la muerte de un suboficial y diez soldados en Arauca, en la frontera con Venezuela, a el mandatario viajó junto a la cúpula militar a fin de analizar la situación.

El sábado, según el Ejército colombiano, la compañía "Drigelio Almarales", del décimo frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mató a los once militares, pertenecientes al Batallón Energético Vial No. 16 y que realizaban tareas de registro y control en Tres Cruces, municipalidad de Arauquita.

Santos, que viajó a la zona y encabezó un consejo de seguridad, señaló que entre los errores que hubo está el hecho de que el pelotón durmió "cerca de cinco noches" en el mismo sitio, cuando los protocolos de seguridad no lo recomiendan.

Pese al "revés", dijo el mandatario, la situación "deja unas lecciones de las cuales vamos a aprender para no cometer errores hacia el futuro".

El gobernante reiteró que "con reveses como éste" no van "a bajar un minuto la guardia" y anunció que la fuerza pública contará, a partir de la próxima semana, con nuevos equipos de tecnología.

"El nuevo plan de guerra, que se está poniendo en marcha, está comenzando a dar resultados en muchos frentes. Aquí en Arauca no ha comenzado a dar los resultados totales porque falta personal que debe llegar en las próximas semanas", indicó.

Antes, el comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas, había reconocido que en el hecho hubo "un error táctico; un mal empleo del terreno".

Santos, además de condenar el ataque, ofreció recompensas hasta de 1,9 millones dólares por cuatro jefes de las FARC señalados de ser los presuntos responsables de la emboscada: alias "Efrén", jefe del décimo frente de las FARC, así como alias "Rafael", "El boyaco" y "Robinson".

En su intervención, Santos también abordó el tema de los rehenes en manos de las FARC y dijo que esa guerrilla le miente a la comunidad internacional sobre las condiciones para la liberación de diez policías y militares, que los rebeldes supeditaron el sábado a la autorización a un grupo de activistas, liderado por la exsenadora Piedad Córdoba, de visitar a guerrilleros presos.

"Una vez más las FARC le mienten a las familias, al país y a la comunidad internacional" y remarcó: "El Gobierno ha cumplido y seguiremos cumpliendo; que las FARC cumplan su palabra, que las FARC le cumplan a los familiares, al país y a la comunidad internacional", remarcó.

El sábado, horas antes del ataque contra los once militares en Arauca, los rebeldes aceptaron los protocolos señalados para la liberación pero indicaron que "hace falta que el presidente Juan Manuel Santos permita la visita humanitaria proyectada por Mujeres del Mundo por la Paz a los prisioneros políticos y de guerra en los centros de reclusión del país".

En la primera semana de este mes, el ministro de Justicia de Colombia, Juan Carlos Esguerra, retiró el permiso que había otorgado a Córdoba para visitar guerrilleros presos y remitió esa decisión al presidente Santos, argumentando que la autorización inicial tenía un carácter humanitario y no de "cuota inicial de proceso de paz", como se manifestó posteriormente.

La nueva condición de las FARC para las liberaciones también fue criticada por el vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, quien señaló que "es una nueva demostración de tortura de la guerrilla contra los familiares y contra los secuestrados".

Inicialmente las FARC anunciaron la liberación de cinco policías y un militar, pero no cumplieron su promesa aduciendo que la zona en que la que los entregarían fue militarizada.

Después, el mando de los rebeldes afirmó que seguía dispuesto a las liberaciones, pero que ya no serían seis sino diez los secuestrados que entregarían.

Así las cosas, los liberados, algunos de ellos en manos de las FARC desde hace más de 12 años, serían los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina.

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