Se eleva a 52 número de ataques contra autobuses y Policía en sur de Brasil

Río de Janeiro, 2 oct.- Los incendios de autobuses, así como los tiroteos contra la sede del Gobierno del estado brasileño de Santa Catarina, vehículos policiales y residencias de varios uniformados elevaron hoy a 52 el número de ataques violentos registrados desde el pasado viernes, informaron fuentes oficiales.

Según dijo a Efe la Secretaría de Comunicación de Santa Catarina, en la madrugada del miércoles al jueves fueron detenidas 16 personas vinculadas a esta oleada de violencia que azota ese estado del sur de Brasil y fronterizo con Argentina, elevando a 45 el número de detenidos desde el pasado viernes.

Los nuevos atentados se registraron en la madrugada de este jueves cuando un disparo impactó en la garita de seguridad de la sede de Gobierno de Santa Catarina en Florianópolis y cuando un grupo desconocido prendió fuego a un autobús después de encañonar al conductor y hacer que se bajaran del mismo seis pasajeros.

Durante la madrugada de hoy se repitieron ese tipo de acciones contra bases policiales y las residencias particulares de varios agentes de la Policía.

Los ataques de la madrugada se registraron en Florianópolis, la capital regional, y en el municipio de Blumenau, según informó a Efe la Secretaría de Comunicación de Santa Catarina.

Según el Gobierno regional, que por ahora descarta la necesidad de solicitar refuerzos de la Fuerza Nacional de Seguridad -grupo especializado de todas las Policías del país- para hacer frente a la ola de violencia, se barajan dos hipótesis sobre el origen de estos actos violentos.

La primera de ellas es atribuida por las autoridades regionales a un grupo criminal que domina las cárceles de ese estado brasileño en represalia a operaciones contra el tráfico de drogas, en las que en los últimos tres meses se le han incautado tres toneladas de estupefacientes y alrededor de 3.000 armas a los traficantes.

De acuerdo con la oficina de Asesoría de Prensa del Gobierno regional, la otra opción es que los criminales presos en las cárceles habrían ordenado estos ataques para mandar un mensaje a las autoridades y advertirles de que pueden llevar a cabo otras actividades delictivas si dejan de dedicarse al tráfico de droga.

Los tiroteos de los últimos días, en los que murieron dos supuestos incendiarios, han tenido como blanco bases de la policía, vehículos policiales, residencias de uniformados y una estación de abastecimiento de gasolina.

Además, las autoridades también investigan la posible relación de esta ola de violencia con el fallecimiento de un agente penitenciario retirado que murió el domingo pasado en la puerta de su casa y sobre el que también especulan que pudo deberse a su resistencia mientras intentaban asaltarle.

Hasta ahora se han registrado atentados en 21 ciudades de Santa Catarina.

La Gobernación de Santa Catarina descarta la posibilidad de flexibilizar las operaciones que viene realizando para combatir el tráfico de drogas en esta región del sur de Brasil y a las cuales son atribuidos los ataques.

"Algunos indicios indican que los ataques son en represalia a operaciones policiales, a incautaciones y a una acción más efectiva del estado contra la criminalidad", según el jefe de la Dirección Regional de Investigaciones Criminales (Deic) de la Policía Civil de Santa Catarina, Akira Sato.

Los ataques continuaron pese al refuerzo de la seguridad en todo el país a falta de sólo cuatro días para las elecciones presidenciales, legislativas y regionales en Brasil.