Se rueda "After party", la consecuencia fatal de ser fan del "Culebra"

  • El realizador Miguel Larraya rueda en Madrid "After party", su ópera prima de terror adolescente "al estilo 'Scream' o 'Sé lo que hicisteis el último verano'", y en la que, según explica, su protagonista Luis Fernández, el 'Culebra' de la serie "Los protegidos", desata la pasión incontrolada de sus fan.

Madrid, 22 feb.- El realizador Miguel Larraya rueda en Madrid "After party", su ópera prima de terror adolescente "al estilo 'Scream' o 'Sé lo que hicisteis el último verano'", y en la que, según explica, su protagonista Luis Fernández, el 'Culebra' de la serie "Los protegidos", desata la pasión incontrolada de sus fan.

"Los motores de la película -ha dicho el director a Efe que le acompañó en esta jornada de rodaje- son los mismos que mueven a los adolescentes": el amor, la amistad, los celos, el miedo, la traición.

La mayor parte del rodaje transcurre en el interior de una enorme casa de hormigón de 1.500 metros cuadrados, llena de recovecos, que recuerda mucho a las traumáticas paredes de "Tesis", película que Larraya destaca entre sus preferidas.

En esta producción de Telecinco Cinema en colaboración con Telespan 2000, responsables de comedias como "El otro lado de la cama", "Días de fútbol" o "Torremolinos 73", Luis Fernández es Carlos, una estrella de la televisión que acude a una fiesta de amigos de amigos, convocada a través de las redes sociales.

Aunque ni el director ni los actores quieren adelantar mucho del argumento, se sabe que la fiesta es convocada a través de las redes sociales y que, de la noche a la mañana, pasa de ser la más divertida del mundo a una auténtica pesadilla.

Tras la juerga, Carla y sus amigas (Ana Caldas, Andrea Dueso y Rocío León) y un tal Nacho (Juan Blanco), "que no conoce a nadie ni sabe por qué está metido en este lío, cuando él solo quería ligar un poco", aclara el actor, acaban encerrados y acosados por una sombra parecida al "malo" del programa de televisión que hizo famoso a Carlos.

El productor Tomás Cimadevilla va un poco más allá: "El guión -de Larraya y Fernando Sancristóbal- nos enganchó porque trasciende un poco el tema adolescente: se mete con la fama y da que pensar en cómo los medios de comunicación convierten a gente normal en ídolos de masas y, al final, crea monstruos capaces de cometer locuras".

"La película no crítica nada -puntualiza Larraya-, habla de algo de lo que todos hablamos, de que ser famoso es un valor que está en la calle".

Luis Fernández, que también aparece en la cinta "Tres metros sobre el cielo" y sabe por experiencia propia qué es el no defraudar a sus fans, no se reconoce en Carlos, un ídolo juvenil que no tiene problemas en usar su fama para ejercer de golfo y rompecorazones.

"Pero, ¿qué sentido tiene que te persiga la prensa del corazón? Es que las cosas se sacan de quicio", opina Blanco ("El tiempo entre costuras"), mientras Alicia Sanz, que se dio a conocer a los 18 años en la serie "Gavilanes", cree que la película habla de "la obsesión por una persona a la que idealizas".

"Si lo piensas -dice a Efe- el twitter hace que el público vea a los actores más cercanos, demasiado a veces, como si fueran amigos tuyos, que no son. Naturaliza al famoso porque te muestra humano, que eres alguien que estudia, que trabaja en esto y ya está, pero también elimina una distancia que antes (de existir internet) protegía a los actores".

La película, que cuenta con Pablo Rosso ("Rec""Mientras duermes") como director de fotografía, incluye tomas en varios formatos -desde vídeos tomados con el móvil, a programas de televisión-, aunque fundamentalmente se narra cámara al hombro, para "aumentar la claustrofobia", señala Larraya.

El director, que se siente un privilegiado por haber conseguido rodar "en plena crisis", pretende estrenar a finales de año y llevar "After party" al festival de cine fantástico de Sitges, a la espera, como remata entre risas el joven Luis Fernández, de rodar "After party Dos".

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