Sergi Pàmies: "Me muevo en la ficción y no tengo el deber de la exactitud"

  • Irene Dalmases.

Irene Dalmases.

Barcelona, 8 sep.- La vejez y la muerte, el destino o la posteridad protagonizan los nuevos relatos de Sergi Pàmies incluidos en el volumen "Cançons d'amor i de pluja", atravesados por anécdotas autobiográficas, aunque su autor ha dicho a Efe que, al moverse en el territorio de la ficción, no tiene el deber de la exactitud.

En esta ocasión, quien ocupa bastantes de las páginas del libro, publicado en catalán por Quaderns Crema, es su madre, la escritora Teresa Pàmies, fallecida en marzo del año pasado, aunque el cuento más largo de los 26 que publica está dedicado a su padre, Gregorio López Raimundo, ex secretario general del PSUC, y a sus tíos, Antonio y Joaquín López Raimundo.

"Si a lo largo de mi trayectoria -precisa- me he ido desnudando, no tenía ningún sentido que no me desnudara sobre esto".

Sin embargo, advierte de que el hecho de haber tocado ahora determinadas cuestiones familiares, como el asesinato de su tío Antonio, que según había reconocido su padre fue el momento más dramático de su vida, a pesar de haber vivido momentos terribles, le libera de volverlos a narrar.

"Tengo la sensación -prosigue- de que no escribiré más cuentos sobre mi padre. Quizás haya otra vez presencia de la memoria en otros relatos, pero no será tan dolorosa".

En este sentido, no obvia que este episodio familiar, ocurrido en julio de 1936, a la vez que dramático es también simbólico de lo que pasaron otras familias en España a causa de la Guerra Civil.

A la vez, es un cuento sobre el destino, puesto que lo determinante a la hora de que su tío fuera asesinado consistió en que no llevara puesta una americana sobre una impecable camisa. "Provoca vértigo pensar, cuando miro a mi hijo, que, si no fuera por esa americana, él no estaría, porque posiblemente mi padre no se hubiera dedicado a la política y no hubiera conocido a mi madre, que sí era una revolucionaria desde la cuna".

Precisamente, la figura materna aparece en varias de las historias ya sea intentando, de forma obstinada, tejer una bufanda al final de sus días, ya sea arengando, cual "reconsagrada capitana" comunista, a los espectadores de un cine durante la guerra.

Cuando se le comenta que desprende un sentimiento distinto hacia cada uno de sus progenitores, Pàmies indica que, mientras que el trato con su padre fue "de ausencia y mitificación, sin el desgaste de la vida cotidiana", fue su madre quien se encargó de su educación y del día a día de la familia.

A su juicio, además, su padre era más fácil de trato que su madre, una mujer "con una personalidad extraordinaria y una gran determinación en todo, lo que en sus hijos ha creado algún que otro cortocircuito".

Por otra parte, en estos relatos también se describen situaciones habituales cuando hay adolescentes de por medio -su hija y su hijo gemelos tienen ahora 18 años- e incluye un hilarante cuento en el que rememora un episodio vivido en Nueva York junto a su mujer Sílvia, en una comida en casa de los escritores Paul Auster y Siri Hustvedt en 1994.

Y, como indica en el título, hay canciones de amor y de lluvia, que le sirven para cohesionar los diferentes relatos, en los que las relaciones de pareja también tienen su espacio.

En este punto, argumenta el escritor que el amor es el género de la ficción, "un producto de ficción perfecto, mientras que la convivencia es un producto de la no ficción".

Preguntado sobre si tiene previsto publicar en el futuro alguna nueva novela, destaca que escribe más por necesidad que por voluntad, "por tanto, será un poco lo que venga". "Ahora, con los hijos ya mayores, parece que deberían darse más las condiciones", concluye.

Próximamente, "Cançons d'amor i de pluja" será publicado en castellano.

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