La sexta ola despega: "El impacto será menor, pero hay que tener cuidado"

Durante varias semanas, España ha conseguido mantenerse ajena a la nueva ola de Covid que asola a países europeos, como Alemania, Austria o Bélgica. La tasa récord de vacunación, así como la reapertura sin repuntes del ocio nocturno habían transmitido una sensación de tranquilidad a la población española, que empezaba a asumir que el adiós definitivo al Covid estaba a la vuelta de la esquina.

Sin embargo, los datos de las últimas semanas del Ministerio de Sanidad han empezado a desterrar esa idea, demostrando que la pandemia sigue muy viva. Según el último informe de este lunes, que aúna los datos de contagios y fallecimientos de todo el fin de semana, España ha registrado 15.875 nuevos contagios, escalando la incidencia en los últimos 14 días hasta los 132,19 casos. Sanidad no registraba tantos contagios desde el pasado 14 de agosto, en plena descenso de la cuarta ola que afectó al país durante todo el verano.

Aunque a diferente ritmo, todas las comunidades autónomas están registrando un progresivo ascenso del número de contagios que preocupa a sus respectivas autoridades. Actualmente, ya son seis territorios (Navarra, País Vasco, Aragón, La Rioja, Cataluña y Baleares) donde la incidencia ya se encuentra en riesgo alto de acuerdo al semáforo Covid sin reformar de Sanidad, con el resto del país en riesgo medio.

El virus gana ritmo, además a las puertas de Navidad, una de las festividades que más problemas han dado durante la pandemia por el alto número de celebraciones familiares y laborales, una auténtica oportunidad de oro para la transmisión del virus. Eso sí, en esta sexta ola España cuenta con una de las mejores herramientas para limitar los daños: una tasa de vacunación del 79,3% y, a diferencia de lo acontecido en los meses de julio y agosto, con una inmuniazación muy importante de los grupos de edad más jóvenes.

Galicia, Murcia y Cataluña, luz verde al pasaporte

Lo cierto es que este certificado parece ser la medida por la que se inclinan la mayor parte de las comunidades autónomas para frenar la transmisión, a la vez que se evitan decisiones que restringan horarios o aforos en la hostelería. Pero, sin un paragüas legal a nivel estatal, los planes de los diferentes gobiernos autonómicos deben todavía salvar un escollo importante: sus respectivos tribunales superiores de Justicia, que ya frenaron la implantación de este pasaporte durante la quinta ola.

Porque la suerte de las comunidades autónomas ha sido dispar hasta ahora. De un lado, los TSJ de Cataluña, Murcia, o Galicia ya han dado luz verde a la utilización del certificado para el acceso a la hostelería, así como en eventos multitudinarios y celebraciones que superen un determinado número de asistentes o en las visitas a residencias. 

Navarra, Comunidad Valenciana o La Rioja están ultimando los detalles sobre la aplicación del pasaporte Covid en sus territorios, aunque todo dependerá del dictamen judicial. Igualmente, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están a la expectativa de que decisión se tome en el Consejo Interterritorial de Sanidad.

Respuesta negativo en País Vasco y Aragón

El gobierno del País Vaso, en cambio, ha visto como el TSJPV frenaba en seco el posible uso del pasaporte Covid en las tres provincias vascas. Por su parte, el máximo órgano aragonés de Justicia ha dado 10 días al Gobierno regional para que presente alegaciones por un posible vicio de inconstitucionalidad del artículo 10.8 de la LJCA (Ley de Jurisdicción Contencioso Administrativa). Finalmente, Madrid, Asturias, Andalucía o Cantabria han descartado, por el momento, la adopción de este certificado que se comprueba con un código QR

¿Qué podemos esperar de la sexta ola?

De esta forma, España encará el despegue de la sexta ola en medio de un escenario desconocido, pero más alentador que hace apenas un año. No obstante, según ha explicado a La Información el que fuera jefe del servicio de epidemiologia de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) entre 1994 y 2017, Joan Antonio Caylà, "hay que seguir teniendo cuidado con el Covid porque la pandemia continúa". 

Para el epidemiólgo, que España haya podido mantenerse al margen hasta ahora de la ola europea de Covid no responde tanto al número de dosis administradas en nuestro país, sino que es consecuencia de la fuerte incidencia de los contagios del pasado verano."Estuvimos arriba del todo durante la quinta ola en cuanto a contagios, así que después de una gran subida es normal que también se de una bajada importante", explica Caylà. 

Pese a rozar el 80% de la población con pauta completa, Caylà advierte de que este umbral es insuficiente para frenar al virus. "Deberíamos incrementar la tasa de vacunados por encima del 90%. Este virus precisa de una cobertura de vacunación extraordinariamente alta", desgrana el ex jefe del Agència de Salut Pública de Barcelona. 

Ahora bien, aunque la incidencia y el aumento de contagios puedan situarse a nivel de las fases más duras de la pandemia, las vacunas deberían limitar el número total de fallecidos en esta ola. "A estas alturas de la pandemia deberíamos ser capaces de evitar un exceso de mortalidad de 9.000 personas como este verano. Esto es algo que es casi imposible que eso se repita", analiza Caylà. 

Tapar los 'agujeros' de la vacunación

Una de las primeras conclusiones que está mostrando el repunte de los contagios es la mayor afectación que está teniendo entre los más pequeños. Los datos epidemiológicos del último mes, periodo en el que ha aumentado la incidencia en España, muestran como el grupo de edad formado por los menores de 11 años es el que presenta mayor receptividad para el contagio, con una tasa de 203,57 casos. 

Aunque todavía no hay nada decidido sobre la inmunización de niños y niñas, el que fuera máximo responsable del ASPB apuesta por encontrar la mejor fórmula para incentivar a ese 20% de población que todavía no ha recibido ningún pinchazo, y valora positivamente el papel que podría jugar el pasaporte Covid.

"El caso de Francia [con el pasaporte Covid] es muy positivo, especialmente con la vacunación de la gente joven. Había un problema con su vacunación, y desde que lo piden para ir a restaurantes y discotecas, la cobertura ha mejorado mucho. Tenemos que aprender de las medidas que han aplicado en otros países", destaca Caylà.

A ojos del epidemiólogo, todo el tiempo que se pierda en aplicar estas medidas, serán unas valiosas semanas perdidas para aplanar la curva de contagios. "Hay que tener en cuenta que el virus ha ido por delante durante toda esta pandemia. Hay que ser más expeditivos a la hora de tomar medidas", concluye Caylà.