Siempre nos quedará París... si se da bien Lima

  • Caty Arévalo.

Caty Arévalo.

Madrid, 1 dic.- Las claves del Protocolo de París, el acuerdo internacional que sustituirá al de Kioto, se deciden entre hoy y el próximo 12 de diciembre en la capital de Perú, Lima, donde se dirime una negociación que, a juicio de las ONG, será decisiva para que ese futuro tratado logre o no combatir el cambio climático.

Altos representantes de 194 países pactan estas dos semanas el contenido de ese protocolo y lo hacen con el conocimiento científico de que los próximos quince años serán "cruciales", y ante la presión de los ecologistas que piensan que sólo "si se da bien Lima, habrá esperanza en París".

"Aprendimos la lección en Copenhague -donde no se logró concretar un nuevo protocolo- y sabemos que todos los cabos sueltos de la negociación deben quedar atados en Lima, en París no habrá tiempo", indicó Alejandro González, responsable de Clima de Amigos de la Tierra España.

Dada la urgencia del problema, advertida en el quinto informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC), y de que el acuerdo que se prevé acordar en 2015 no entraría en vigor hasta 2020, los ecologistas reclaman, en primer lugar, que aumente la ambición de los compromisos hasta esa fecha.

"La evidencia científica sobre el aumento de la temperatura y el impacto del cambio climático es abrumadora; los ciudadanos han hablado con manifestaciones multitudinarias, como la del pasado septiembre Nueva York, ahora es el turno de los gobernantes", dijo a Efe, Mar Asunción portavoz de Cambio Climático de WWF España.

Esta ONG reclama a los países que incrementen el consumo global de renovables en un 25 %, dupliquen la eficiencia energética, y aseguren que la deforestación y degradación de los bosques se haya reducido a cero en 2020, año en que entraría en vigor el nuevo Protocolo.

"De Lima debe salir el borrador de un acuerdo potente para 2015 y unas guías claras de cómo deben presentar los países los compromisos de reducción de emisiones y los contenidos de los mismos", explicó a Efe Aida Vila, portavoz de Greenpeace en las negociaciones.

Greenpeace quiere que el futuro protocolo recoja algo que de momento omite el borrador: que los compromisos que asuman los países tengan un marco temporal de cumplimiento de cinco años y deban alcanzase en 2025, frente a 2030 como prevén la mayoría de los estados o la UE.

"No podemos permitir que cada país establezca sus compromisos con base a un periodo diferente, ni acordar un periodo superior a cinco años, ya que existe un riesgo real de que quedemos atrapados por demasiado tiempo en objetivos insuficientes", indicó Vila.

Además, las organizaciones aspiran a que el texto fije un objetivo común a largo plazo: un sistema 100 % renovable en 2050, alcanzando emisiones cero a mitad de siglo.

Y una referencia a la necesidad de dejar de subvencionar e invertir en combustibles fósiles, lo que incluiría dejar la mayor parte de las reservas de combustibles fósiles actuales en el subsuelo.

De momento, el borrador sobre el que se trabaja recoge estas dos opciones a largo plazo.

Las ONG quieren que entre el 31 de marzo de 2015 -fecha tope para presentar los compromisos país- y la celebración de la Cumbre de París, en diciembre, exista un comité de evaluación a nivel internacional liderado por expertos que examine de manera transparente la "adecuación de esos compromisos" y que estos puedan ser reconsiderados.

"El proceso de revisión de los compromisos debe hacerse sobre la base de la ciencia y la equidad, y tiene que existir un mecanismo para incrementar esos objetivos si fuera necesario cada cinco años", señaló la portavoz de WWF.

Solicitan también una hoja de ruta financiera para asegurar que el Fondo Verde para el Clima logre movilizar los 100.000 millones previstos en 2020 para acciones en materia de adaptación y mitigación, especialmente en países en desarrollo.

"Esos estados son los más vulnerables y tienen menos capacidad de abordar los retos y costes de reducción de emisiones, y de adaptación a extremos meteorológicos y climáticos. Por lo tanto, necesitan acceso a fondos para adaptarse e invertir en energías limpias", subrayó a Efe, David Howell, portavoz de SEO/BirdLife.

"El escenario está preparado para que los representantes de los países que acuden a Lima estén a la altura y allanen el camino que nos conduzca a un acuerdo climático global en 2015 para evitar que la temperatura suba más de dos grados", agregó Asunción.

Todos coinciden en que, para que nos quede París, como decían en la mítica Casablanca, no deben quedar demasiados flecos sueltos en Lima.

Mostrar comentarios