Socialistas franceses inician divididos su tradicional reunión tras el verano

  • El Partido Socialista (PS) francés inició hoy su tradicional reunión posvacacional en la localidad de La Rochelle, en el este del país, un encuentro en el que quedará de manifiesto la división interna entre partidarios y detractores de la línea marcada por el presidente del país, François Hollande.

París, 28 ago.- El Partido Socialista (PS) francés inició hoy su tradicional reunión posvacacional en la localidad de La Rochelle, en el este del país, un encuentro en el que quedará de manifiesto la división interna entre partidarios y detractores de la línea marcada por el presidente del país, François Hollande.

La llamada "Universidad de Verano" de La Rochelle, que sirve cada año para establecer la línea del partido de cara al curso político, estará este año marcada por la posición de los miembros de la formación ante el nuevo Ejecutivo de Manuel Valls.

El primer ministro, que será el encargado de clausurar el encuentro el próximo domingo, escuchará a los críticos con su línea económica, aunque también tratará de reunir fuerzas en torno a su proyecto.

El debate en el seno del partido está abierto y quedará muy claro en La Rochelle.

Valls ha visto cómo el llamado grupo de los "frondistas" han incrementado sus críticas tras el nombramiento como ministro de Economía del exbanquero Emmanuel Macron, representante del ala más liberal del partido.

Muchos de los diputados socialistas que no votaron su investidura en abril pasado se muestran ahora más distanciados del primer ministro, al que piden que abandone la política de autoridad que, a su juicio, está asfixiando la economía.

Esas críticas motivaron la salida del Gobierno del anterior ministro de Economía, Arnaud Montebourg, representante de la sensibilidad más progresista del partido, y su sustitución por un socioliberal como Macron ha sido percibida como una provocación.

El primer ministro sabe que su mayoría en las cámaras no está garantizada y tiene pocas esperanzas de contar con el respaldo de esos 40 diputados que ya en varias ocasiones han votado contra las leyes presentadas por el Ejecutivo.

Frente a ellos, un grupo de 200 legisladores firma hoy una tribuna en el vespertino "Le Monde" en el que expresa su respaldo al Gobierno, en nombre de la unidad.

El propio líder del partido, Jean-Christophe Cambadélis, pidió en una entrevista en "Le Monde" que se mantenga el debate, pero que se respalde al Gobierno, al tiempo que descartó sancionar a los diputados díscolos.

En la primera jornada de la reunión veraniega el debate estuvo marcado por unas declaraciones de Macron antes de que fuera ministro en las que se mostraba partidario de endurecer la jornada laboral y acabar con la semana de 35 horas.

Esas palabras provocaron un gran revuelo en las filas del ala izquierdista del partido.

El Ejecutivo desmintió que se esté planteando una reforma de la jornada laboral.

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