Las sospechas de los vecinos de la mujer emparedada: "Viajaba de madrugada"

Vista del portal precintado de la casa en Pozondón (Teruel) donde la Guardia Civil ha hallado a una mujer muerta.
Vista del portal precintado de la casa en Pozondón (Teruel) donde la Guardia Civil ha hallado a una mujer muerta.
EFE

Asfixia o ahogamiento. Esas serían las causas de la muerte de Ángela, la mujer de 80 años que habría sido asesinada por su hijo Pedro. Ambos vivían en la misma casa de Pozondón (Teruel) junto a otra hija, Isabel. Lo habrían hecho para seguir cobrando los 1.000 euros de su pensión.

El pueblo ahora lucha por recobrar la normalidad. Ahora mismo hay 19 vecinos "16 ahora con lo que ha pasado", dice un vecino en Espejo Público.  Juntos intentan asimilar como la Guardia Civil se pasó la noche del pasado martes vigilando con un coche camuflado la casa de esta familia humilde. La hija no tiene trabajo, cuidaba a la madre y de hecho muchos días cogía un café para "llevárselo a su madre".

En algún momento el hijo dijo en el bar que se había llevado a la madre a una residencia. Es donde Vicente Ferrer, concejal y vecino de la víctima, empieza a sospechar: "No tenía sentido porque decía que se la llevó y a los tres días me dijo que había vuelto. No me cuadraban los horarios porque se fueron a las seis de la mañana y dice que regresaron a las cuatro de la tarde. Era muy sospechoso todo". 

 

A las nueve de la mañana empezó el operativo. Entraron en la casa y no pusieron resistencia. Descubrían el cuerpo de la madre emparedada en un armario y tapiada con cemento. Los vecinos empezaron a sospechar porque aunque la víctima tiene movilidad reducida, demencia senil y estaba ciega de vez en cuando sí que salía a pasear junto a sus hijos. Pero de repente dejaron de verla.  Al final el hijo declara y asegura que asfixió a su madre. La hija, durante la reconstrucción de los hechos que se hizo en la casa, que era del abuelo, no paró de llorar.

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