"Soy médico. Pregúnteme por qué estoy aquí"

  • Médicos y enfermeros de hospitales y centros de salud de Madrid han cambiado hoy las consultas por la calle y los talonarios de recetas por octavillas para explicar a quien quisiera escucharles qué consecuencias tendrá la privatización de la sanidad en la atención a los pacientes.

Madrid, 26 nov.- Médicos y enfermeros de hospitales y centros de salud de Madrid han cambiado hoy las consultas por la calle y los talonarios de recetas por octavillas para explicar a quien quisiera escucharles qué consecuencias tendrá la privatización de la sanidad en la atención a los pacientes.

Con carteles colgados de sus batas en los que invitaban a hacer consultas -"Soy médico. Pregúnteme por qué estoy aquí", se leía en la espalda de muchos-, un buen número de profesionales sanitarios que ha hecho hoy huelga ha acudido a sus centros de trabajo para atender a los ciudadanos en plena calle o en los vestíbulos y pasillos de los hospitales y explicarles sus motivos para secundar los paros.

Y es que no se trata de defender puestos de trabajo, ni protestar por bajadas de sueldo o por un aumento de horas semanales -"eso pasa en todas partes, y nos tenemos que ajustar el cinturón, como todos", han dicho varios a Efe-, sino que la huelga convocada para hoy y mañana (o de manera indefinida, en el caso de los médicos) pretende que el Gobierno regional dé marcha atrás en su anuncio de privatizar seis hospitales de la Comunidad y un 10% de los centros de salud.

Desafiando la fría mañana, con bufandas y guantes sobre las batas blancas, los profesionales sanitarios han "pasado consulta" en la calle, recibiendo en muchos casos el apoyo de los ciudadanos y de los pacientes que tenían que acudir a los centros.

Una gran parte eran médicos residentes, como Elena, que trabaja en el Hospital Niño Jesús, y que ha declarado que al no tener que cubrir servicios mínimos, este colectivo ha secundado mayoritariamente la huelga en su centro.

Ana, María y Eva, también residentes en La Princesa, eran otras de las que aguantaban el frío -y alguna que otra queja de pacientes que habían tardado mucho en las consultas- para informar sobre la huelga, con pocas esperanzas en que el Gobierno regional dé su brazo a torcer y se eche para atrás en su voluntad de privatizar varios centros. "Pero hay que intentarlo", ha dicho a Efe Eva.

Teresa, otra residente de La Princesa, ha subrayado que no está en huelga simplemente para defender su hospital -que el Gobierno quería convertir en un centro especializado en la atención a mayores de 75 años-, sino para defender la sanidad pública y oponerse a las privatizaciones, "a que el dinero público vaya a parar a manos privadas".

"No es por La Princesa, es por todo", insistía, y confiaba en que todas las movilizaciones sirvan para que el Gobierno regional "se dé cuenta de que no puede hacer lo que quiera", y que, de hacerlo, "se encontrará con la oposición de los sanitarios y de los ciudadanos".

Otra trabajadora -hoy en servicios mínimos- de Urgencias de La Princesa aprovechaba dos minutos libres para fumar un cigarro y observar cómo sus compañeros se movilizaban en la calle, mientras declaraba a Efe que aunque había mucha más afluencia de pacientes en su servicio que un día normal, no ha notado quejas por parte de casi ninguno.

David, médico del Hospital del Henares, ha confiado en que la huelga no se desinfle con el paso de los días, a pesar de que son varias las jornadas de paro convocadas (cuatro para todo el personal, y de manera indefinida para los médicos). "La capacidad económica de los médicos es un poquito mejor, espero que sirva para que aguanten la huelga", decía a Efe.

Igual que otros muchos compañeros, Antonio, cardiólogo del Instituto de Cardiología de Madrid, ha opinado que las medidas anunciadas por el Gobierno del PP son "un disparate", y se ha mostrado convencido de que el Ejecutivo "tendrá que rectificar".

Bibiana, administrativa en un centro de salud del distrito de Chamberí, ha asegurado a Efe que "hace mucho tiempo" se deberían haber puesto más inspectores de trabajo o coordinadores en los centros "en vez de tantos jefes, tanto cargo y tanto gasto tonto e inútil".

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