Sri Lanka pone fin al estado de excepción instaurado durante la guerra civil

  • El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, declaró hoy el fin del estado de excepción por el que se ha regido la isla del Índico en las últimas décadas, concebido para luchar contra la guerrilla tamil, derrotada en el año 2009.

Nueva Delhi, 25 ago.- El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, declaró hoy el fin del estado de excepción por el que se ha regido la isla del Índico en las últimas décadas, concebido para luchar contra la guerrilla tamil, derrotada en el año 2009.

"El Gobierno no traerá a la Cámara nuevas propuestas de extensión del estado de excepción", dijo hoy Rajapaksa ante el Parlamento ceilanés en una comparecencia especial, según su oficina.

Sri Lanka, formalmente una democracia parlamentaria, aprobó las leyes del estado de excepción en el año 1983 para luchar contra la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), derrotada tras una cruenta ofensiva militar hace dos años.

Desde su aprobación, el vigor de la ley era extendido mes a mes por el Parlamento, aunque en varias ocasiones quedó en suspenso para permitir negociaciones entre el Gobierno y los insurrectos, tanto tamiles como del movimiento marxista Janatha Vimukthi Peramuna.

Tras el fin de los combates con la guerrilla tamil, que buscaba la creación de un estado para su etnia, la situación de inestabilidad ha remitido en la isla, en la que habían muerto en estas décadas decenas de miles de personas víctimas de la violencia.

La decisión del Gobierno, de acuerdo con distintos medios ceilaneses, responde a un intento de recobrar la normalidad tras la guerra civil, aunque el Ejecutivo de Rajapaksa todavía recibe críticas por las muertes de civiles en la fase final del conflicto.

Sri Lanka conserva en vigor otra norma, la Ley de Prevención del Terrorismo, que concede amplios poderes a las autoridades y las fuerzas de seguridad en la lucha contra los grupos terroristas, a costa de las libertades civiles.

Distintas organizaciones humanitarias y de derechos humanos han criticado también al Ejecutivo de Rajapaksa por sus intentos de vulnerar la libertad de prensa y han visto con preocupación sus acciones contra el líder opositor Sarath Fonseka.

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