Suerte de los nueve obreros secuestrados en Colombia sigue siendo un misterio

Bogotá, 1 mar.- Dos días después de que siete obreros y dos transportistas de una empresa petrolera fueran supuestamente secuestrados por un grupo armado aún sin identificar en el departamento colombiano de Arauca, fronterizo con Venezuela, su paradero sigue siendo un misterio, según fuentes oficiales.

El alcalde interino y secretario de Gobierno de Tame (la población donde ocurrió el suceso), Hernán Darío Camacho, reconoció a Efe en una conversación telefónica que no hay noticias: "infortunadamente no tenemos ninguna novedad".

El funcionario agregó que la última información de la que dispone sobre el caso es que los siete obreros y los dos transportistas "están sobre el área en la que presuntamente fueron secuestrados o desaparecidos".

Estos hombres fueron, al parecer, retenidos por un grupo armado ilegal cuando viajaban en un autobús por la zona rural de Tame, donde la empresa para que la que trabajan construye el Oleoducto Bicentenario, de 960 kilómetros y que llevará crudo extraído en los Llanos Orientales hasta un puerto caribeño de exportación.

Siete de ellos son trabajadores del Consorcio Casanare Avanzada, firma de contratistas de la sociedad del Bicentenario, conformada por siete compañías, encabezadas por la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol, estatal).

Los otros dos son el conductor del autobús que los transportaba y su ayudante.

"No han sido liberados", remarcó el alcalde interino de Tame tras resaltar que las operaciones militares y policiales se han intensificado en esa área.

El miércoles, el ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció que estos hombres estaban libres, pero horas después rectificó y señaló que esa información era errónea, al atribuir la confusión a las autoridades castrenses de la zona.

Arauca, ubicada en la frontera noreste con Venezuela, es una región petrolera y ganadera en la que hay presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como de grupos de origen paramilitar, lo que la convierte en una de las zonas más conflictivas de Colombia.