Sufriendo, nerviosos y emocionados, así viven los padres de los niños de San Ildefonso el sorteo

    • Youssef protagonizaba varias anécdotas del día: Se le han caído hasta cuatro bolas, no paraba de ajustarse la pajarita y casi se queda afónico.
    • La madre de Nicol se echaba a llorar al ver que su hija cantaba el Gordo de este año. El padre de Lorena, no sabía que hacer. Los nervios le habían invadido y no paraba quieto.
La madre de una de las niñas que ha cantado el Gordo (Foto: José González)
La madre de una de las niñas que ha cantado el Gordo (Foto: José González)

Emoción, lágrimas y muchos aplausos. Así se podría resumir el 22 de diciembre para los padres y las madres de los niños de la residencia de San Ildefonso. Un año más, como sus hijos, no han faltado a la cita de la Lotería de Navidad. Como siempre, todos tenían la ilusión de que fuera su hijo o su hija el encargado de cantar el Gordo.Este año, lo han vivido desde la quinta planta. Desde el anfiteatro se podría ver todo el salón y desde allí aplaudían a sus hijos y les gritaban ¡Preciosa! ¡Guapa! Incluso un ¡No pasa nada! cuando a Youssef se le caía la bola que ha sido hasta cuatro veces. El niño se quejaba de su mala suerte, la bolas se le resbalaban y no podía hacer nada.La sorpresa llegaba con la más pequeña del grupo,Nazaret. Este era su primer año en la Lotería de Navidad y tras cantar sus primeras nueve bolas, salía el segundo premio. Su madre Rocío, no se lo podía creer. Casi ni se habían sentado cuando su hija era la gran protagonista del Teatro. Jesica la hermana de Nazaret se levantaba y la aplaudía con todas su fuerzas. "Antes de entrar la he visto un segundo, le he dado un beso y le he deseado mucha suerte. Parece que se ha cumplido", nos decíaYoussef ha sido uno de los protagonistas de la jornada. La pajarita le apretaba y todos los padres sufrían al verle hacer gestos incómodos. Incluso ha tenido que parar a beber agua porque entre la pajarita y la tensión que tenía porque se le caían las bolas parecía que perdía la voz. Los padres, aunque fuera desde lo más alto, no dejaban de animarle y de empujarle con sus palabras de ánimo.Zaira y Aroa repetían tabla este año, han cantado en la segunda y en la sexta. La probabilidades de que cantaran el Gordo eran muchas, sin embargo este año se les ha escapado. "Zaira me dijo ayer que este año lo iba a cantar Lorena y así ha sido. Seguro que esta tarde cuando vaya a recogerla me lo va a decir", nos contaba Tamara (madre de Zaira) nada más salir el primer premio. A pesar de esto, ambas se han convertido en las chicas del los quintos, han cantado un cuarto premio y cuatro quintos premios. La madre de Zaira se daba por satisfecha este año.El Gordo tardaba en salir, pero finalmente hacía acto de presencia. En la séptima tabla se dejaba caer y Lorena y Nicol eran las encargadas de cantarlo. El padre de Lorena no sabía que hacer cuando ha escuchado a su hija cantarlo. Se ha levantado, se ha puesto la chaqueta, se la ha quitado, ha cogido el teléfono y tras dar un par de vueltas se ha sentado. "Estoy muy muy contento. Me alegro mucho por ella", nos contaba. No tenía palabras, la emoción le había dejado sin ellas.En la tercera tabla, Lorena había cantado un premio, pero a la hora de decirlo se equivocó. En lugar de decir 00943 la niña cantaba 09043. "Ha sido un pequeño error, pero no pasa nada", destacaba su padre. El Gordo hacía olvidar este error. Ya estaba todo hecho.Tras el primer premio solo quedaban tres tablas y dos quintos y un tercer premio por salir. La sala de queda sin gente, pero los padres seguían apoyando a los hijos de los demás con la misma energía. Daba igual quien cantara ahora, lo más importante era aplaudir a todos los niños y que cada uno de ellos tuviera su momento de protagonismo. El sorteo ya ha acabado y ahora toca prepararse para el sorteo de El Niño.

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