Suspendidas las clases en el Sinaí egipcio por motivos de seguridad

El Cairo, 20 nov.- Las autoridades de la península egipcia del Sinaí han suspendido las clases de manera indefinida en dos distritos por motivos de seguridad y ante los continuos actos de violencia, informó hoy a Efe una fuente de la administración local.

La medida fue anunciada anoche por el gobernador de la provincia del Norte del Sinaí, general Abdelfatah Harhur, y rige a partir de hoy para todas las escuelas de las zonas de Rafah y Sheij Zaued, fronterizas con la Franja de Gaza.

Los profesores habían expresado su malestar por los continuos controles que tenían que pasar cada vez que se desplazaban de la localidad de Al Arish a esas zonas para impartir clase, explicó la fuente.

El gobernador decidió suspender las clases hasta que se resuelva el problema con los docentes y para evitar que estos últimos y los estudiantes puedan verse involucrados en tiroteos y otros actos de violencia que se suceden en la zona.

Al menos diez civiles, entre ellos varios niños, murieron ayer en un bombardeo de una casa cerca de Rafah.

Entre las víctimas de este ataque, que causó también un herido, se encuentran mujeres y menores de edad y de momento se desconoce si fue lanzado por yihadistas o se trató de un bombardeo por error de las fuerzas egipcias.

Asimismo, un oficial de la policía murió ayer por disparos de desconocidos en Al Arish, capital de la provincia del Norte del Sinaí.

El pasado 29 de octubre, las autoridades egipcias comenzaron a demoler las viviendas situadas a menos de 500 metros de la frontera con Gaza, tras desalojar a sus moradores, para facilitar la lucha contra los extremistas.

Ahora pretenden aumentar el área de seguridad a un kilómetro en una segunda fase.

Esas nuevas medidas se adoptaron después de que el pasado 24 de octubre un atentado causara la muerte en esta área a 31 soldados, lo que llevó a las autoridades a decretar el toque de queda y el estado de emergencia durante tres meses en la zona.

La península del Sinaí es desde hace años un foco de inestabilidad, pero los ataques contra las fuerzas del orden se han intensificado desde el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi a manos del Ejército el 3 julio de 2013.