Tarragona coge el guante y busca 250 millones para organizar los Juegos del Mediterráneo de 2014

Tarragona.- Tarragona ha cogido hoy el guante y no quiere dejar escapar la oportunidad de organizar los Juegos del Mediterráneo de 2014, para lo cual cuenta con la complicidad de las administraciones, aunque deberá convencer a la iniciativa privada para completar un presupuesto cercano a los 250 millones.

El Ejecutivo del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos (CIJM) ha retirado hoy a la ciudad griega de Volos-Larissa la sede de la próxima edición, prevista para el año 2013, y Tarragona se encuentra entre las aspirantes a acoger la competición, aunque con un año de prórroga, en el 2014.

Tres ciudades, Tarragona, la turca Mersin y la libia Trípoli, se han ofrecido a organizar la próxima edición y cubrir la vacante que Volos-Larissa deja libre.

Todas ellas son candidatas a ser sede de los Mediterráneos de 2017, pero están dispuestas a adelantar los preparativos y acoger la cita tres años antes de lo que pensaban.

Ahora, las tres aspirantes disponen de dos semanas de plazo para remitir las garantías económicas e institucionales necesarias para demostrar su capacidad organizativa, y luego el 15 de febrero los miembros del CIJM tomarán una decisión.

Tarragona cuenta con el pleno apoyo del Gobierno, de la Generalitat, de la Diputación de Tarragona y del Comité Olímpico Español, pero el alcalde Ballesteros ha avanzado hoy que será necesario buscar sinergias con la iniciativa privada para conseguir, en tiempos de crisis, los 250 millones que se calcula que costarán unos Juegos Mediterráneos "sencillos".

La candidatura de Tarragona 2017 jugaba con un presupuesto total de 290 millones pero, en caso de ser elegida y tener que adelantar los plazos tres años, se calcula que con 250 millones se podrían organizar unos juegos dignos y bien presentados, aun a costa de tener que prescindir de algunas infraestructuras o, incluso, de algunos deportes.

Así, el consistorio cree "imprescindible" contar con un Palacio de Deportes Olímpico, con capacidad para siete u ocho mil espectadores, para poder organizar los juegos en el 2014, una infraestructura ubicada en el barrio de Campclar, junto a la ciudad deportiva del Nàstic.

Con esta instalación, valorada en 15 millones, Tarragona contaría, por fin, con un pabellón olímpico que permitiría, si fuera el caso, que el Club Bàsquet Tarragona, en la actualidad en la LEB Oro, pudiera jugar en la ACB si obtuviera el ascenso.

Asimismo, el Pabellón Olímpico de Campclar aparcaría el proyecto de trasladar a la Tarraco Arena Plaza, la remodelada Plaza de Toros, los deportes cubiertos, pues esta instalación cuenta con un aforo algo menor.

Igualmente, sería obligatorio remodelar la pista de atletismo de Campclar ya que aunque estaba previsto, en un principio, construir un nuevo estadio, con capacidad para 7.000 personas, el comité evaluador dejó claro en septiembre pasado que habría suficiente con algunas mejoras del actual equipamiento.

Un centro acuático en la zona de Ponent será también otra infraestructura imprescindible para el 2014, mientras que el nuevo estadio del Nàstic -30 millones- debería esperar a tiempos de mayor bonanza económica.

La premura de tiempo podría obligar también a no programar determinados deportes por no contar con instalaciones adecuadas, como la hípica o el tiro.

En este sentido, también está en el aire ampliar las subsedes olímpicas -Cambrils, Vila-seca, Salou, Reus, El Vendrell, Calafell, Castelldefels y Barcelona- y contar con otras poblaciones como Torredembarra, Constantí y La Selva del Camp.

Y tampoco se descarta que la Villa Olímpica, con capacidad para 5.000 personas y proyectada en la zona de Pou Boronat, se acabe repartiendo entre ese área y la Ciudad Residencial, donde estaba previsto acoger a los jueces.