Taylor acusa a la Corte Internacional de haber comprado a los testigos

  • El ex presidente de Liberia Charles Taylor acusó hoy a la fiscalía del Tribunal Especial de Sierra Leona (TESL) de haber pagado a testigos para que declararan contra él, tras haber sido declarado culpable por crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante la guerra civil.

Bruselas, 16 may.- El ex presidente de Liberia Charles Taylor acusó hoy a la fiscalía del Tribunal Especial de Sierra Leona (TESL) de haber pagado a testigos para que declararan contra él, tras haber sido declarado culpable por crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante la guerra civil.

El primer ex jefe de Estado condenado por un tribunal internacional afirmó que los testigos de la acusación fueron pagados, forzados y amenazados por la fiscalía para que testificaran en su contra.

Así lo afirmó durante una vista celebrada hoy en la que la defensa y la fiscalía han expuesto los factores atenuantes o agravantes a la hora de fijar la pena, que finalmente se dará a conocer el 30 de mayo.

La fiscalía pide 80 años de cárcel para el ex mandatario, de 64 años, que fue declarado culpable el mes pasado de ayudar a los rebeldes de Sierra Leona a cambio de los conocidos como "diamantes de sangre", piedras preciosas extraídas en Sierra Leona por esclavos, muchos de ellos niños.

Entre los testigos que han sido llamados a declarar durante el juicio se encuentran la modelo Naomi Campbell, a quien el dictador supuestamente había regalado estos diamantes, así como el ex agente de la modelo Carol White y la actriz Mia Farrow.

El ex presidente de Liberia, considerado cómplice de los crímenes cometidos por el Frente Revolucionario Unido (RUF) en la guerra civil que asoló Sierra Leona entre 1996 y 2002, defendió el papel que desempeñó en la pacificación de la zona y señaló que todo lo que hizo fue con "honor" e "integridad".

Taylor declaró que sus acciones pudieron estar acompañadas de "actividades colaterales que tuvieron consecuencias sobre las que no estaba al tanto y que no podría haber prevenido".

En su condena, los jueces reconocieron que Taylor no formaba parte de la cadena de mando que daba órdenes a los rebeldes, pero señalaron que el apoyo logístico, moral y el suministro de armas y municiones que les facilitaba desde Liberia le hacen culpable de los once cargos de los que le acusaba la Fiscalía.

El ex presidente liberiano ha sido declarado culpable por asesinatos, violaciones de niñas y mujeres y reclutamiento de niños soldado que frecuentemente también eran tratados como esclavos para extraer diamantes.

Expresó su "tristeza y su más profunda simpatía" por las víctimas y los familiares del conflicto en Sierra Leona, un dolor que dijo compartir ya que él también sufrió la pérdida de seres queridos durante la guerra de Liberia.

La guerra civil en Sierra Leona dejó más de 100.000 víctimas, entre ellas multitud de mutilados, y causó unos 50.000 muertos.

Taylor, que cumplirá su pena en una cárcel en Reino Unido, no será condenado a cadena perpetua ya que los estatutos del Tribunal Especial de Sierra Leona no prevén esta pena, pero si el encarcelamiento de larga duración y sin limite previsto.

El tribunal ha tardado casi cinco años en pronunciar su fallo, en parte debido a los continuos obstáculos provocados siempre por la defensa de Taylor para intentar retrasar el juicio.

Uno de los mayores retrasos se produjo nada más arrancar el proceso en junio de 2007, cuando Taylor despidió a sus abogados y hubo que esperar medio año para que recompusiera su equipo de defensores.

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