Un terrorista de Bruselas usó la identidad de un exjugador del Inter de Milán

Khalid El Bakraoui, uno de los terroristas que se hizo saltar por los aires en la estación de metro de

Maelbeek de la capital de Bélgica el pasado 22 de marzo, utilizó la identidad de Ibrahim Maaroufi, un

exjugador del Inter de Milán para tratar de pasar inadvertido.

Khalid se había hecho pasar por Ibrahim Maaroufi que tiene doble nacionanalidad belga y marroquí para

alquilar una casa en la localidad belga de Charleroi para utilizarla como centro de operaciones por los yihadistas.

En el piso la policía encontró huellas de uno de los terroristas que se hizo explotar en el Stade de

France en los atentados de París del 13 de noviembre, aunque ni armas ni explosivos.Maaroufi debutó en el Inter en 2006

Ibrahim Maaroufi, nacido en Bruselas en 1989, estuvo en las categorías inferiores del Anderlecht para

posteriormente pasar por las filas del PSV Eindhoven. El jugador debutó en el Inter de Milán en 2006 a

las órdenes de Roberto Mancini, en un encuentro de la serie A contra el Livorno. Maaroufi también ha

estado en otros clubes tales como Twente, Vicenza, Bellinzona y Maastrich, entre otros.

Maaroufi había firmado el pasado 1 de diciembre de 2015 con el FC Schaerbeek, el equipo del barrio donde residían los hermanos de El Bakraoui y que milita en una liga regional belga.Khalid, liberado por no dar señales de radicalización

Respecto a Khalid el Bakraoui,  éste fue liberado por un tribunal después de que violara las condiciones de la libertad condicional a las que estaba sometido, por mantener contactos con antiguos asociados. El terrorista fue detenido en mayo de 2015 cuando la Policía descubrió que estaba hablando con un antiguo cómplice criminal dentro de un vehículo que llamó la atención de los agentes porque estaba mal aparcado.

Esta conversación contravenía una de las condiciones de la libertad condicional bajo la que se encontraba el terrorista, y que le fue impuesta en 2013. Sin embargo, un magistrado decidió su liberación porque El Bakraoui no había quebrantado el resto de condiciones: estaba a la búsqueda de empleo, se ponía habitualmente en contacto con el supervisor responsable y no mostraba señales de radicalización.