Testigo del caso holandeses dice que Cuenca le ofreció cantera por 300.000

  • Un empresario que ha declarado como testigo en el caso del asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja Lodewyk Severein, declaró que Juan Cuenca, en prisión por estos hechos, le ofreció comprar la cantera de mármol de Evedasto Lifante por 300.000 euros.

Murcia, 10 ago.- Un empresario que ha declarado como testigo en el caso del asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja Lodewyk Severein, declaró que Juan Cuenca, en prisión por estos hechos, le ofreció comprar la cantera de mármol de Evedasto Lifante por 300.000 euros.

Tanto Cuenca, exgerente del club Atlético Voleibol Murcia 2005, en el que jugó Visser, como Lifante, propietario de ese equipo y de la cantera ubicada en Abanilla (Murcia), están imputados por el doble crimen por el juzgado de instrucción número 5 de Molina de Segura.

Este testigo, D.F., se puso en contacto con la Policía Nacional de Murcia el 28 de mayo, dos días después de que los cadáveres fueran hallados enterrados en un huerto de la pedanía murciana de Alquerías, propiedad del también imputado Serafín de Alba.

Dijo a los agentes que años atrás mantuvo relaciones de negocios con Cuenca y que este le dejó a deber cierta cantidad de dinero, por lo que en 2011 concertó con él una cita para reclamársela.

Según sus palabras, recogidas en el sumario del que se levantó el secreto el pasado día 2, Cuenca le ofreció entonces que comprase la cantera que parece estar en el origen del doble asesinato.

Cuenca animó a D.F. a la operación "porque podía ser un gran negocio para los dos", ya que podía comprarla por solo 300.000 euros cuando estaba tasada pericialmente en 240 millones.

Según Cuenca, la compra podía hacerla de forma tan económica porque sobre esa propiedad tenía una opción de compra un amigo suyo, del que facilitó el nombre, sobre el que ejercía su "total control".

El testigo señaló que la operación le pareció "interesante" y llegaron a adquirir el compromiso de compraventa, para lo que se citaron el 7 de octubre de 2011 en Valencia.

Cuando D.F. se dirigía allí, declaró a la policía, recibió una llamada telefónica de Cuenca en la que este le preguntaba si llevaba consigo el dinero, a lo que el declarante le dijo que no porque "había algunos flecos que discutir, entre ellos, la comprobación de que Cuenca se había ocupado de cancelar la hipoteca de 40 millones que pesaba sobre la cantera, así como varios embargos de la Agencia Tributaria", como habían convenido al iniciar las negociaciones.

El encuentro entre ambos se celebró a pesar de ello en un hotel de Valencia, y el testigo, según sus palabras, se vio sorprendido porque, en contra de lo que había pactado, no se presentó a la cita el amigo de Cuenca que tenía la opción de compra, ausencia que el exgerente del club deportivo excusó por "problemas sobrevenidos".

Por el contrario, sí estaba con Cuenca "un tal Serafín, trabajador de la Agencia Tributaria de Murcia, quien, según le había dicho Cuenca a D.F, tenía capacidad para levantar los embargos".

En los diez meses siguientes se produjeron numerosas comunicaciones entre Cuenca y D.F, "si bien las negociaciones no avanzaban porque no se llegaba a levantar la hipoteca, y además, durante ese tiempo el exgerente pidió al testigo diversas cantidades de dinero a cuenta de los beneficios que iba a obtener con la operación", insistencia ante la que llegó a entregarle 1.000 euros.

Cuenca, siempre según la declaración de D.F., se ofreció a renunciar a la comisión que le correspondía por la venta a cambio de que el comprador lo contratara como encargado de la explotación del mármol, lo que así acordaron.

En este "proceso de coacción" hay que añadir un encuentro en un despacho de abogados de Barcelona en el que se presentó Cuenca junto a un amigo, M.M., que había trabajado para él como chófer tras haber sido boxeador, quien también ha declarado como testigo y le dijo a D.F que le pagara a Cuenca lo que le este le reclamaba de este modo: "Esto lo vamos a arreglar como los hombres".

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