The Economist viste a Cameron de pastelera para analizar su gestión

Vestido de cocinera y con melena rubia. Así presenta The Economist al Primer Ministro, David Cameron, para analizar su gestión en su décimo aniversario al frente del Partido Conservador.

¿El motivo? Para el diario británico, el éxito de Cameron bien podría equipararse al del programa de pastelería "The Great British Bake Off": es el reflejo la idiosincrasia británica y "no hay nada mejor que ver".

"Cada semana durante los últimos dos meses millones de británicos han sintonizado sus televisiones para ver a octogenarios adinerados haciendo de cocineros amateurs, mientras que un par de mujeres de mediana edad hacen bromas obscenas sobre pantalones empapados y bizcochos. Cuestiones como la temperatura ideal para hacer un bavarois y la proporción adecuada de pasas y de cerezas en un pastel de frutas se han apoderado de la nación", arranca el artículo.

Para The Economist entender el éxito de este programa es comprender el de Cameron. "El programa evoca una Inglaterra de plazas croquet, merienda, colinas y buenos modales, igual que Cameron. No obstante, el programa también alberga a la Gran Bretaña de 2015: de los tres concursantes que llegaron a la final, dos no eran blancos y uno era gay, la ganadora llevaba un hiyab, además", continúa.

Esto ilustra la extraña mezcla de nostalgia, liberalismo y tolerancia del sistema de clases que define a la Gran Bretaña de hoy. Y Cameron, concluyen, es igual que el programa: una extraña mezcla en la que un joven emparentado con la Casa Real ha sabido ser liberal dentro de un partido conservador y conquistar a los lores y a los mismos a los que ha recortado prestaciones.