Todas las obras de arte "se pueden tocar" en la bienal de la ONCE

  • Madrid.- La III Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE ofrece desde mañana y durante casi cincuenta días en el Complejo El Águila (Madrid) una oportunidad única: palpar 41 piezas creadas por artistas de primera línea como Ouka Lele, Cristina García Rodero, Jaume Plensa, Antoni Tàpies o Chema Madoz.

Todas las obras de arte "se pueden tocar" en la bienal de la ONCE
Todas las obras de arte "se pueden tocar" en la bienal de la ONCE

Madrid.- La III Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE ofrece desde mañana y durante casi cincuenta días en el Complejo El Águila (Madrid) una oportunidad única: palpar 41 piezas creadas por artistas de primera línea como Ouka Lele, Cristina García Rodero, Jaume Plensa, Antoni Tàpies o Chema Madoz.

Tocar los cuadros o las esculturas es una de las reclamaciones del colectivo de discapacitados, ya que no se permite en las visitas a galerías, museos e instituciones.

Dando ejemplo, la Fundación ONCE cuelga, metafóricamente, el cartel "Se puede tocar" en la puerta de la tercera edición de la bienal que reúne, hasta el próximo 7 de noviembre, 41 obras realizadas por 36 artistas, de los cuales 20 padecen algún tipo de discapacidad.

Por lo que el visitante no se encontrará con los típicos cordones que impiden acercarse a las pinturas o fotografías que penden de las paredes de las pinacotecas si no que además podrá recrearse tentándolas.

Algunos de las piezas que se pueden disfrutar son una fotografía original de Ouka Lele, Premio Nacional de Fotografía 2005; una escultura en bronce del estadounidense Tony Cragg y una obra de técnica mixta de uno de los máximos representantes del arte conceptual Joseph Kosuth.

También la escultura del desaparecido artista Nacho Criado, en la que reza simbólicamente el lema "Si excluís a todos menos uno; éste será el elegido, los demás serán los excluidos".

No obstante, lo habitual será el contacto con el frío del cristal en la exploración de instantáneas de autores como Cristina García-Rodero, Chema Madoz, Luis Pérez Minguez y Rafael Sanz Lobato, además de un cuadro de Antoni Tàpies.

A pesar de que también hay fotos que incorporan braile, una práctica que desarrolló el mexicano Gerardo Nigenda, fotógrafo ciego recientemente fallecido.

"El hilo" de la III Bienal de la ONCE es "el lenguaje y el código" lingüístico, explicó a Efe Julio César Abad, comisario de la bienal que fue presentada hoy en el Complejo El Águila de Madrid.

Para las personas que padecen algún tipo de discapacidad "existen muchos tipos de lenguaje" como "el braile y el lenguaje de signos", y las obras escogidas en la bienal "reflexionan entorno a estos lenguajes" y sobre "la ansiedad comunicativa de la sociedad actual", señaló Abad.

La III Bienal aporta a través de los 36 artistas una visión "muy amplia" del arte contemporáneo de España, indicó el comisario, gracias en parte a la colaboración de galeristas y museos nacionales que han cedido temporalmente piezas de primer línea.

La idea de esa bienal, organizada por la Fundación ONCE, es dar a conocer a artistas con minusvalías "que lo tienen más complicado" en el mercado del arte, indicó a Efe Mercé Luz Arqué, coordinadora de la bienal.

De manera que la Fundación ONCE promueve con esta iniciativa "la inclusión y la integración" de los artistas con discapacidad en la sociedad y en la cultura, dijo el director general de Fundación ONCE, Luis Crespo.

Crespo, que acudió acompañado por el director de Accesibilidad de Fundación ONCE, Jesús Hernández, y la viceconsejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, Concepción Guerra, habló de un "arte sin barreras" en el que la accesibilidad al arte esté al alcance de todos.

De ahí que la bienal se puede disfrutar en un espacio con acceso para sillas de ruedas, carteleras especiales y audioguías gratuitas en castellano e inglés, "audiodescripciones" (audioguías para invidentes) y signoguías (vídeos para sordo-mudos).

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