Toronto indignada por muerte a manos de la policía de un joven en un tranvía

  • La muerte de un joven tras recibir nueve disparos de la policía cuando se encontraba sólo en el interior de un tranvía de Toronto está causando indignación en la principal ciudad canadiense, considerada una de las más seguras de Norteamérica.

Julio César Rivas

Toronto (Canadá), 1 ago.- La muerte de un joven tras recibir nueve disparos de la policía cuando se encontraba sólo en el interior de un tranvía de Toronto está causando indignación en la principal ciudad canadiense, considerada una de las más seguras de Norteamérica.

La violenta muerte de Sammy Yatim, de 18 años de edad y que será enterrado hoy jueves en Toronto, se produjo en la madrugada del sábado y fue grabada en vídeo por varios testigos.

En las imágenes se puede ver a Yatim en el interior de un tranvía vacío que esta rodeado por más de 20 policías. Un agente, le apunta con su pistola y le conmina a gritos de forma repetida para que arroje un pequeño cuchillo que tiene en su mano.

De repente se oyen tres disparos y Yatim cae al suelo en el interior del tranvía. Pocos segundos después, el mismo agente le dispara seis veces más. Instantes después, con el joven desangrándose, otro agente le aplica una descarga eléctrica con una pistola táser.

Las escenas capturadas por los vídeos, y que han sido visionados por miles de personas desde que fueron colgados en YouTube, han provocado la indignación de la población: en los últimos días se han celebrado protestas y marchas para reclamar justicia de lo que algunos calificación como "ejecución policial".

Por su parte, el Defensor del Pueblo de la provincia de Ontario también ha cuestionando la reacción policial.

El miércoles, el Defensor del Pueblo de Ontario, André Marin, dudó de la capacidad de Toronto para controlar a sus fuerzas policiales especialmente porque no es la primera vez que los agentes de la metrópolis canadiense disparan y matan a individuos en circunstancias que no parecían justificar su reacción.

Marin dijo que "el último tiroteo de un agente de policía de Toronto hace cuestionar si es el momento de que el ministerio oriente a los servicios policiales de Ontario sobre cómo rebajar la tensión en situaciones de conflicto antes de que se utilice fuerza de forma mortal".

También Marin fue crítico con el jefe de Policía de Toronto, Bill Blair, quien según el Defensor del Pueblo ha ignorado numerosas peticiones de revisar procedimientos y de colaborar en investigaciones.

Ayer, el periódico "Toronto Star" documentó al menos 10 ocasiones desde 1997 en las que la policía de Toronto acabó con la vida de individuos con transtornos mentales cuando no suponían una amenaza ni para la población ni los agentes.

Las circunstancias de la muerte de Yatim no han hecho más que empeorar la imagen de la policía de Toronto que en recientes años ha sido acusada de perseguir de forma desproporcionada a minorías, especialmente jóvenes negros.

Además, durante la Cumbre del G20 celebrada en Toronto en 2010, la policía cometió excesos, desde palizas a detenidos hasta detenciones masivas de manifestantes pacíficos, pasando por tácticas como retirar de forma ilegal chapas policiales para evitar que los agentes fuesen identificables en fotos y vídeos.

Mientras, Blair se ha comprometido la total cooperación de su departamento con la unidad que está investigando las circunstancias de la muerte de Yatim.

Pero la actitud de Blair y el departamento de policía de Toronto, que ni siquiera han querido confirmar la identidad del agente responsable de los nueve disparos que acabaron con la vida de Yatim, hace que muchos en la ciudad duden de las palabras del jefe policial.

Las autoridades policiales solo han confirmado que el agente que disparó contra Yatim se encuentra suspendido de empleo pero recibe su salario mientras se realiza la investigación del suceso.

Por su parte, la familia de Yatim declaró a través de un comunicado que no considera a todo el cuerpo policial responsable de la muerte del joven.

"Queremos dejar claro que no tenemos ninguna animosidad contra los miles de agentes de policía que trabajan para protegernos cada día. Esta es una tragedia para todos los implicados", dijo la familia de la víctima.

Yatim pertenecía a una familia cristiana de origen sirio que llegó a Canadá hace cinco años, aunque el joven viajaba durante los veranos a la ciudad siria de Alepo, donde reside su madre, la pediatra Sahar Bahadi.

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