Tráfico. Piden una reforma de las sanciones por alcoholemia que castigue a los reincidentes

Las asociaciones Dvuelta y Movimiento140 reclamaron este martes una reforma del actual marco sancionador de los delitos de alcoholemia para castigar a los reincidentes, ya que ahora se permite que un conductor pueda ser sorprendido varias veces en un positivo antes de perder el carné.
Según informan en una nota de prensa, estas asociaciones recordaron que antes de la implantación del carné por puntos, todas las sanciones por alcoholemia tenían automáticamente aparejada una suspensión temporal del permiso de conducir, de modo que el castigo guardaba una relación directa con la infracción.
"Ahora, hasta agotar el saldo de puntos, en el que incluso cabe, previo pago, realizar un curso por el que se recuperan hasta seis, se prima al conductor verdaderamente peligroso y antisocial: el reincidente", explicaron.
Añadieron que el modelo actual sólo es útil en la represión de infracciones que cometa un conductor considerado normal, que es aquel que, de manera inconsciente y posiblemente por ignorar cuánto ha de beber para dar positivo, se ve sorprendido por un control. "Esto no sólo no resuelve el problema, sino que perjudica al conductor que mejor se comporta en la circulación", indicaron estas asociaciones.
En opinión de ambas, en el 99% de los casos, al dar positivo en un control de alcoholemia, el conductor aprende de su error y con la mera sanción económica basta para que no reincida en esa conducta.
"El conductor antisocial, el 1% que causa siniestros de tráfico de elevada gravedad, sin embargo, necesita un elemento verdaderamente aleccionador. Una vez aleccionado, es suficiente. El conductor antisocial es al que hay que prestar especial atención", insistieron.
Por ello, Dvuelta y Movimiento140 pidieron que se reforme el actual marco sancionador de manera que se endurezca considerablemente la represión de los reincidentes y la reincidencia en las sanciones constituya, por sí sola, un delito, todo ello durante un periodo transitorio en el que se fije como 0,0 el límite de alcoholemia.