Tras 11 días, se suspende audiencia de caso Curuguaty por recusación de jueza

Asunción, 1 ago.- Tras once días de sesiones, la audiencia preliminar por la matanza que costó la Presidencia paraguaya a Fernando Lugo en junio de 2012 quedó hoy interrumpida tras pedir la defensa la recusación de la jueza por admitir pruebas "ocultas" de la Fiscalía.

Los defensores de once de los 12 campesinos para los que el fiscal, Jalil Rachid, ha pedido apertura de juicio oral consideraron "ilegal" y "aberrante" que la jueza encargada, Yanine Ríos, pretendiera admitir pruebas no listadas en el acta de acusación.

Rachid había incluido en su lista de pruebas tres cajas selladas sin identificar su contenido, que ayer presentó en la audiencia en el Palacio de Justicia de Asunción.

Al hacerlo, "resulta que aparecen cinco cajas más", protestó malhumorado el letrado defensor Vicente Morales, alertando de que esta actuación permite "que pueda aparecer cualquier cosa" como prueba a lo largo del proceso.

La jueza "iba a admitir esas pruebas ocultas y en razón de eso fue recusada", explicó Morales a la prensa, a la que explicó que su equipo y el centenar de personas que han acudido durante once días a la audiencia le habían "tolerado" demasiado a Ríos "en pos de que esto tenga una resolución".

Originalmente prevista a mediados de febrero pasado, la audiencia sufrió varias posposiciones y comenzó el pasado 15 de julio, con previsión de que durara tres días.

Retrasos en citaciones, bajas médicas del bebé de una de las acusadas y de la propia jueza y otras demoras han dilatado la audiencia hasta la sesión de hoy, en que los ánimos se caldearon y hubo gritos de "libertad" para los acusados y contra la jueza, el fiscal y el defensor público.

Doce campesinos -tres de ellos mujeres- se enfrentaban en esta audiencia a la apertura de un juicio oral por homicidio doloso, asociación criminal e invasión de inmueble, acusados por Rachid de la muerte de once compañeros y seis policías en un enfrentamiento el 15 de junio de 2012 en una finca de Curuguaty (nordeste).

La matanza, que tiñó de sangre la larga lucha por la tierra en Paraguay, fue el detonante de la destitución por el Parlamento del presidente Lugo, una semana después.

Rachid calificó el pedido de recusación de Ríos de maniobra dilatoria de la defensa, que "misteriosamente" lo plantea justo cuando la audiencia "estaba a punto de culminar" y "sin fundamento alguno".

Según el fiscal, la defensa "siempre tuvo acceso" a las pruebas y "no quisieron verlas".

La jueza declaró a la prensa que esperaba la petición de recusación, que pasa a la Cámara de Apelación de lo Penal de Canindeyú, el departamento donde se ubica Curuguaty, y la calificó de "injusta" pues, dijo, siempre ha actuado "dentro del margen de la ley".

Según Ríos, que se manifestó harta, la defensa ha intentado "dilatar" la causa desde el principio, cuando consiguió la recusación del primer juez encargado por falta de imparcialidad, aunque no obtuvo la de Rachid.

"Ingresaron como tres cajas (...) para una mejor organización, tuvimos que hacer en nueve cajas", explicó la magistrada, que aseveró que todo quedó reflejado en actas y que "ahí no se introdujeron pruebas porque toditas (las cajas) estaban perfectamente lacradas".

Ríos se quejó del hostigamiento que ha padecido, con manifestantes que gritan y le faltan al respeto incluso frente a su casa, y el defensor público, Joaquín Díaz, se lió también hoy a gritos encaramado a una silla en la audiencia contra quienes lo acusaban de "pyragüé" (delator, en guaraní) por supuestamente aliarse con Rachid en la causa.

Díaz representa a tres campesinos originalmente imputados para los que Rachid pidió en esta audiencia el sobreseimiento por falta de pruebas, pero que tendrán que esperar a su continuación para quedar definitivamente exonerados.