Túnez se enfrenta a las elecciones con los radicales a la cabeza

  • Túnez tiene un lugar privilegiado en el despertar democrático de los países de la llamada 'Primavera Árabe'. Pero, pese a los avanzados derechos de las mujeres y otros índices de su incipiente democracia, parece que los radicales mantienen su ventaja en las encuestas de cara a las próximas elecciones del día 23.

     
Muere el joven comerciante que se quemó a lo bonzo el pasado 17 de diciembre
Muere el joven comerciante que se quemó a lo bonzo el pasado 17 de diciembre
HDS Greenway, Túnez (Túnez) | GlobalPost

En Túnez puedes comprar tranquilamente un sello postal de Mohamed Buazizi,  el joven tunecino cuya inmolación en diciembre pasado provocó la denominada "Primavera Árabe".

Y nos referimos a ella como "denominada" porque los mismos árabes no están seguros de cómo llamarla: ¿revolución?, ¿revuelta? De alguna manera, "primavera" implica que no va a durar, a pesar de que los tunecinos lo desean desesperadamente.

Pero la realidad es que en muchos lugares, como Siria y Bahreín, las fuerzas de la opresión aún tienen la sartén por el mango, mientras que en la vecina Libia, no se sabe si los vencedores podrán mantenerse unidos o si se vendrán abajo por rencillas regionales o tribales.

Aquí, en la tierra donde todo comenzó, la esperada democracia tiene una ventaja, incluso aunque la política de Túnez sea caótica en vísperas de las elecciones del 23 de octubre.

 

Hay más de 1.000 candidatos en más de 100 partidos políticos, y todos reclaman a Mohamed Buazizi como propio.

Pero cuando Buazizi se quemó a lo bonzo tras un altercado con una mujer policía a finales del año pasado, saltó de la oscuridad total a la hagiografía.

Respecto a este incidente, algunos sostienen que la policía le estaba robando la fruta que estaba vendiendo. Otros dicen que lo estaba deteniendo porque no tenía licencia. Y algunos, que él la agarró por los pechos.

Pero la mayoría coincide en que ella le abofeteó, y que su suicidio vino después de ser humillado públicamente a manos de la autoridad policial.

Sin embargo, que fuera precisamente una mujer policía dice algo importante acerca de Túnez. No todos los países árabes tienen mujeres policías en la calle.

Aquí se pueden ver con regularidad, ya que las mujeres gozan de mayor emancipación que en muchos otros países árabes.

Así mismo, Túnez tiene más leyes que protegen los derechos de las mujeres que cualquier otro país en el mundo árabe, de acuerdo con Kadija Cherif, de la Federación Internacional de Derechos Humanos.

La alfabetización se acerca al 100 por ciento y es el país más industrializado de África, después de Sudáfrica.

Con todo, las exportaciones de componentes de automoción que han sido tan importantes para la economía de Túnez, han sufrido mucho desde la crisis económica iniciada en 2008, y la tasa de desempleo juvenil, como en otros países de la Primavera Árabe, es muy alta.

A los estadounidenses les gusta pensar en la Primavera Árabe como un grito por la democracia brotando del alma árabe, pero la mala situación económica y el desempleo podrían haber colocado la mecha de la revuelta a la espera de que Mohamed Buazizi prendiese la chispa con tanta intensidad como los anhelos democráticos.

Ciertamente, todas las clases de tunecinos sentían la humillación de la antigua dictadura. Los empresarios han hablado de cómo en el antiguo régimen familiares y compinches de Zine Abdine Ben Alí simplemente iban y les pedían una parte de sus prósperos negocios. Como gangnsters en El Padrino pidiendo que les dejaran "meter la mano".

Rami Khouri de la Estrella de Beiut, llama a los levantamientos del mundo árabe como el "momento Rosa Parks", en alusión a la afro-americana que decidió un día que no iba a  sentarse nunca más en la parte trasera del autobús.

Dado que los derechos de las mujeres son tan avanzados aquí, y ellos disfrutan de un estilo de vida occidental, sorprende que los islamistas estén puntuando  tan bien entre la opinión pública antes de las elecciones del 23 de octubre.

Liderados por Al Nadah, o el partido "Renacimiento", están muy por delante en las encuestas. Algunos dicen que son vistos como más honestos que los laicos corruptos y que sufrieron más en la represión de la dictadura. Otros dicen que es porque los islamistas son más fieles a sus valores.

Las encuestas de opinión indican que los tunecinos están mucho más preocupados por el empleo y la economía que por los "valores", así que pese a todo los laicos tienen la esperanza de que los votantes cambien de opinión cuando vayan a las urnas en un par de semanas.

Por supuesto, Al Nahda se ha salido de su camino para presentarse a sí mismo como un partido islamista moderado, más en línea con el partido gobernante de Turquía, en vez de con los Hermanos Musulmanes de Egipto.

Su líder, Rachid Ghanouchi, incluso ha estado en  Estados Unidos para hablar de sus credenciales moderadas. Sin embargo, los secularistas temen que esté escondiendo su agenda islamista por el momento.

Las elecciones de octubre no tendrán un único ganador.

Ya hay listas de los partidos y candidatos que se sentarán en la nueva asamblea constituyente en función de la cantidad de votos que reciba cada partido. Así que aunque podrían ganar en segunda, tercera o cuarta, los partidos seculares podrían, en coalición, superar el número de  Al Nahda.

La Asamblea Constituyente tendrá la tarea de redactar una nueva Constitución, nombrar un presidente y formar un parlamento, todo en un año, aunque su mandato podría extenderse.

Y pese a que aún pasean coches armados por las calles y alrededor de los edificios públicos, Túnez descansa relativamente tranquilo con atestados cafés de estilo parisino a lo largo de sus alborotados boulevars.

Puedes consultar nuestro especial de la Primavera Árabe aquí

 

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