Papá ya no podrá imprimir el trabajo de Sociales en la oficina. Entre las medidas para reducir el déficit de los ayuntamientos hay algunas más que comprensibles. Las impresoras y fotocopiadoras de la alcaldía de Alfafar (Valencia) se tragaron 42.000 euros del presupuesto en 2011.
Un gasto innecesario. La deuda viva del municipio superaba los 11 millones de euros el año pasado. Razón suficiente para que el nuevo alcalde quiera ahorrar la mitad de esta partida. Y es que los funcionarios del ejecutivo local contaban con una impresora por cabeza. Para el concejal de Modernización el gasto en consumibles era insostenible, como ha explicado a lasprovincias.es.
Además de la factura en folios y cartuchos de tinta, Alfafar reducirá su factura de la luz. Las impresoras se organizarán en islas. Así, será más fácil controlar los documentos que se producen y ajustar su uso a las necesidades reales de los trabajadores.
La factura que han estado pagando los vecinos de la población valenciana parecen una broma. Cada mes del año pasado, las fotocopiadoras e impresoras suponían una derrama mensual de 4.800 euros. El ejecutivo espera ahorrar el 55% en esa partida.
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