Un centenar de afectados por el incendio de 1994 piden 115 millones a Endesa

  • Un centenar de propietarios forestales y agrícolas afectados por el incendio que en 1994 arrasó 25.800 hectáreas en la comarca barcelonesa del Berguedà pide 115 millones de euros a la compañía Endesa -50 más los intereses-, al considerar que el fuego se inició en un tendido eléctrico mal conservado.

Barcelona, 29 nov.- Un centenar de propietarios forestales y agrícolas afectados por el incendio que en 1994 arrasó 25.800 hectáreas en la comarca barcelonesa del Berguedà pide 115 millones de euros a la compañía Endesa -50 más los intereses-, al considerar que el fuego se inició en un tendido eléctrico mal conservado.

En el juzgado de primera instancia número 11 de Barcelona se ha iniciado hoy el juicio contra Endesa por la demanda que presentaron los propietarios en base a la sentencia de la Audiencia de Barcelona que absolvió a un responsable de mantenimiento de la compañía, pero sostuvo que fue la línea eléctrica la que provocó el fuego, en el que murieron tres personas, al no estar lo bastante protegida.

En el juicio, el representante legal de la compañía eléctrica Josep Camins, técnico gestor en líneas de media y baja gestión, ha admitido que desde que se instaló en 1970 la línea eléctrica de Gargallà, donde supuestamente comenzó el fuego, no había sido mejorada, pero era totalmente segura.

Por el contrario, uno de los propietarios que han interpuesto la demanda ha sostenido que vio el inicio del incendio y que observó claramente que se originaba en la línea eléctrica, de la que "saltaba chispas" que prendían fuego a un campo de rastrojos.

Otro de los demandantes es el exalcalde Montmajor (Barcelona) Miquel Boixadera, que ha resaltado que llevaba años, antes del incendio de 1994, reclamando al responsable de Endesa en la zona que arreglaran la línea y que éste le reconoció que estaba "muy vieja" y había que cambiarla.

Contrariamente a lo que apunta la sentencia de la Audiencia de Barcelona, el representante legal de Endesa ha recalcado hoy que "por supuesto" está convencido de que el incendio no se inició en la línea eléctrica de Gargallà, que según su versión había sido revisada sólo un año antes del fuego.

Según la versión del técnico, la "vida técnica útil" de una línea eléctrica es de 40 años, por lo que a su juicio la de Gargallà estaba en perfectas condiciones, pese a estar compuesta de cableado envuelto de PVC, un material que Endesa dejó de utilizar en 1980 al sustituirlo por cable trenzado pero que, a juicio de Camins, todavía se conserva en muchas instalaciones.

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