Un octogenario acusado de degollar a su mujer reconoce "el disparate"

  • Casimiro R.R., de 83 años, acusado de degollar a su mujer, ha reconocido hoy el "disparate" que cometió en el domicilio que ambos compartían en Madrid en 2010 y lo ha justificado porque las cosas entre él y su mujer, que se habían separado hacía siete años, "ya no iban muy bien".

Madrid, 16 ene.- Casimiro R.R., de 83 años, acusado de degollar a su mujer, ha reconocido hoy el "disparate" que cometió en el domicilio que ambos compartían en Madrid en 2010 y lo ha justificado porque las cosas entre él y su mujer, que se habían separado hacía siete años, "ya no iban muy bien".

"Ella murió porque yo cogí un cuchillo de la casa, de la cocina y lo hice para ella pero también para mí", ha señalado el procesado durante la segunda sesión del juicio con jurado que se ha celebrado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid en referencia a su intento de suicidio y la muerte de Rosalía N.F.

El fiscal pide para Casimiro diecinueve años de prisión por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco; mientras que su defensa pide la libre absolución o su internamiento en un centro sanitario para que reciba tratamiento por la alteración psíquica que sufre, según su letrado.

En el momento en que se produjeron los hechos, sobre el mediodía del 28 de noviembre de 2010, Casimiro y Rosalía, de 77 años, habían compartido casi 50 años de matrimonio durante los que tuvieron cuatro hijos y, a pesar de que se habían separado hacía siete años, seguían conviviendo en el mismo domicilio.

Casimiro ha reconocido que las discusiones eran frecuentes y, de hecho, ha apuntado que se enfrentaban "casi por cualquier cosa" como las reformas de la vivienda o, como ha apuntado el fiscal, por si Rosalía debía o no prepararle la comida.

El día de los hechos Casimiro fue a tomar un café a un bar, al entrar a su vivienda encontró a Rosalía en la cocina sentada y decidió tomar un cuchillo de la cocina y clavárselo porque, según ha destacado el procesado, "las cosas ya no les iban bien" y porque Rosalía "se metía con él".

"Yo cogí el cuchillo y ella cayó. Luego me lo metí yo", ha reconocido el octogenario, quien en respuesta a las preguntas de la abogada del Estado, que ejerce la acusación popular en este caso de violencia machista, ha dicho que asestó a su mujer "un par" de puñaladas y que él se "sacó y metió el cuchillo dos o tres veces".

Según el escrito de calificación provisional del fiscal, durante la discusión, Casimiro R.R. asestó "múltiples" cortes en la cabeza, cuello y tórax a Rosalía con un cuchillo de hoja puntiaguda de 11,5 centímetros de longitud y 2,1 centímetros de anchura.

María Inmaculada, la hija que convivía con ambos en el mismo domicilio, encontró a su madre en el cuarto de estar sin signos vitales y a su padre "tirado en el suelo, con la mirada perdida" y con la ropa interior llena de sangre pues se había clavado un cuchillo en el vientre, tratando de suicidarse.

A las 18.45 horas, la hija dio la voz de alarma, avisó a su tía y a los servicios de emergencia de la Comunidad de Madrid que llevaron a Casimiro al Hospital Gregorio Marañón, donde fue operado, para ingresar posteriormente en prisión de forma provisional.

Durante su declaración, el anciano ha destacado que su mujer le hizo "mucho daño" cuando decidió separarse de él cuando ambos convivían en Gandía (Valencia) y ha culpado a uno de sus hijos del "disparate" por "forzarle" a volver al piso de Madrid, donde convivió con Rosalía hasta su muerte.

Además, Casimiro ha destacado que el suicidio de una de sus hijas le afectó "mucho" y, según el escrito del fiscal, aunque estaba en tratamiento por depresión el procesado en el momento de los hechos no presentaba ningún trastorno psicopatológico que comprometiera su capacidad para conocer y comprender las conductas que son lícitas y las que no lo son.

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