Un punto y seguido

  • Dos años y cuatro meses después de que ETA declarase el cese de su actividad armada, el anuncio hoy de la banda de dejar "fuera de uso operativo" parte de su armamento supone un paso más hacia el final, pero no es más que un punto y seguido de un proceso que se antoja largo y lento.

Sagrario Ortega y Laura Camacho

Madrid, 21 feb.- Dos años y cuatro meses después de que ETA declarase el cese de su actividad armada, el anuncio hoy de la banda de dejar "fuera de uso operativo" parte de su armamento supone un paso más hacia el final, pero no es más que un punto y seguido de un proceso que se antoja largo y lento.

Así lo ven al menos fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Efe, que consideran que la escenificación de hoy simplemente ratifica el compromiso que la banda adquirió el 20 de octubre de 2011 y que no irá más allá mientras no se resuelva la situación que más preocupa a ETA, sus presos.

Pese a la expectación generada por la declaración que la denominada "Comisión Internacional de Verificación", leída por su portavoz, Ram Manikkalingam, en español y en inglés en un hotel de Bilbao, las fuentes ya habían advertido de que el pronunciamiento iba a ir en la línea de confirmar "lo que ya se sabe".

Y, ¿qué es lo que se sabe? Las fuentes constatan que la banda ya no cuenta con comandos operativos ni gente dispuesta a volver a la lucha armada, pero sí mantiene aparatos relevantes como el de refugiados o el de apoyo a los presos.

Con todo, no descartan la existencia de una pequeña "célula latente" que podría escindirse de la línea actual de la organización, aunque con pocos visos de prosperar en sus intenciones.

"Treinta años no se acaban en un día", resumen las fuentes gráficamente para asegurar que "lo de hoy tiene la importancia que tiene", porque su lectura no es ni más ni menos que lanzar el mensaje de que "esto va en serio".

Lo de menos es el material mostrado e inventariado, que representa una mínima parte del que puede disponer ETA y que algunos creen puede estar obsoleto y caducado. Para algunas fuentes, mostrar lo que han exhibido en el vídeo supone una "burla".

En cualquier caso, tampoco parece preocupar demasiado que se produzca de forma inmediata una entrega del arsenal de la banda, y sí los diferentes pasos que se van dando dentro de una "hoja de ruta", cuya última página podría escribirse en función de los resultados electorales de los comicios municipales de 2015.

Según las fuentes, será esa cita el "test" que la izquierda abertzale necesita para comprobar el grado de apoyo social y si éste ha aumentado respecto a los buenos resultados de los anteriores comicios. Las urnas decidirán la vía a seguir.

Hasta ese momento, la izquierda abertzale tendrá que seguir intentando mantener el "equilibrio" entre la búsqueda de soluciones al colectivo de presos para que no se les "engorilen" y la percepción de la sociedad vasca de que apuestan por las vías democráticas.

Una opinión en la que coinciden otras fuentes, que también tienen claro que tras la derogación de la doctrina Parot y la excarcelación de unos 60 etarras, ha llegado el momento del acercamiento de presos de la banda a los centros penitenciarios del País Vasco y, en concreto, a la cárcel de Zaballa.

No será solo eso. Los expertos vaticinan también que las medidas individualizadas de reinserción redunden en un número importante de concesiones de tercer grado penitenciario, el paso previo a la libertad condicional.

Frente a esta visión, el Gobierno oficialmente insiste en que el único final posible pasa por la entrega total de las armas y la disolución de ETA sin concesiones ni cesiones y, por supuesto, sin negociación.

Va, incluso, más allá, dicen otras fuentes, que afirman que el Ejecutivo pretende un proceso final como el que ETA Político Militar afrontó en 1982 cuando se alejó definitivamente de ETA Militar que se limitaba exclusivamente a la lucha armada.

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