Un surcoreano causa la mayor fuga de datos del país para ganar 12.000 euros

  • El empleado que presuntamente vendió la información personal y bancaria de 20 millones de clientes en el mayor escándalo de filtración de datos de la historia de Corea del Sur lo hizo por menos de 12.000 euros, reveló hoy la agencia local Yonhap.

Seúl, 22 ene.- El empleado que presuntamente vendió la información personal y bancaria de 20 millones de clientes en el mayor escándalo de filtración de datos de la historia de Corea del Sur lo hizo por menos de 12.000 euros, reveló hoy la agencia local Yonhap.

Un informático del Buró de Crédito de Corea (KCB), una empresa de calificación, presuntamente vendió a compañías de marketing los datos personales y financieros de casi toda la población activa de Corea del Sur.

Yonhap aseguró hoy que el acusado, identificado por su apellido Park, filtró entre 2012 y 2013 los números de teléfono, direcciones, cuentas bancarias y tarjetas de crédito de los clientes a cambio de 17 millones de wones (11.740 euros).

Park fue acusado a principios de este mes por la Fiscalía y ha sido puesto a disposición judicial, aunque no fue hasta el pasado domingo cuando trascendió el alcance del escándalo.

Desde que se revelara el caso hace tres días, más de 1,8 millones de surcoreanos han cancelado o solicitado la reemisión de sus tarjetas bancarias, otros miles han presentado denuncias y reclamaciones, y varios directivos de los principales bancos y firmas de crédito han ofrecido su dimisión.

Además, hoy el Gobierno surcoreano ha anunciado las primeras medidas para prevenir que se repita el caso.

Seúl establecerá un marco legal para que las empresas financieras sean castigadas con elevadas multas y el despido de sus directivos si se filtran los datos de sus clientes, informó la Comisión de Servicios Financieros de Corea del Sur.

El organismo también adelantó que se endurecerán las regulaciones relativas al intercambio de información de clientes entre firmas del sector bancario, ya que la filtración masiva de datos tuvo lugar presuntamente durante este proceso.

La información sustraída podría servir para realizar estafas telefónicas o por internet, muy habituales en Corea del Sur, donde se han multiplicado desde 2011 las fugas de datos y los ataques cibernéticos a entidades bancarias.

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