Una protesta impide al presidente georgiano pronunciar su discurso anual

  • El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, tuvo que suspender hoy los planes de pronunciar su discurso anual en Tiflis, debido a una multitudinaria protesta en la que participaron varios presos políticos recién liberados.

Tiflis, 8 feb.- El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, tuvo que suspender hoy los planes de pronunciar su discurso anual en Tiflis, debido a una multitudinaria protesta en la que participaron varios presos políticos recién liberados.

"El año pasado me condenaron a 7 años de prisión sólo por mi activa labor opositora. Saakashvili no puede ser presidente", aseguró a Efe Gueorgui Gogojia, uno de los opositores excarcelados por las nuevas autoridades.

Miles de personas se congregaron horas antes del discurso de Saakashvil ante la Biblioteca Nacional para escenificar un "corredor de la vergüenza", como muestra de repulsa contra el presidente, que deberá dejar el cargo tras las elecciones de este año.

Los presos de conciencia que fueron condenados por espiar en favor de Rusia reconocieron que tenían previsto lanzar huevos al presidente.

Saakashvili decidió pronunciar su discurso sobre el estado de la nación en la Biblioteca Nacional en Tiflis, después de que el Parlamento pospusiera esta semana la alocución prevista para hoy en el Legislativo en la ciudad de Kutaísi.

La mayoría oficialista en el Parlamento de este país del Cáucaso tomó esta decisión debido a la reciente negativa de la oposición parlamentaria partidaria de Saakashvili a aprobar varias enmiendas a la Constitución que limitan las facultades del jefe del Estado.

Los oficialistas, representados por la coalición Sueño Georgiano, que derrotó en los comicios legislativos de octubre pasado al partido de Saakashvili, habían propuesto privar al presidente del derecho a disolver el Parlamento.

"Misha (diminutivo de Mijaíl) no va a la biblioteca a leer. Misha no es ni lector ni escritor, es un charlatán", aseguró hoy el primer ministro georgiano, Bidzina Ivanishvili, enemigo acérrimo del presidente.

La diputada opositora Chiora Taktakishvili denunció que el propio Ivanishvili está detrás de la protesta contra Saakashvili, en el poder desde la incruenta Revolución de las Rosas de octubre de 2003.

La jefa del comité de procedimiento del Parlamento, Irina Imerlishvili, aseguró que, "según la Constitución, el presidente debe dirigirse una vez al año al Parlamento y a los diputados y en los debates deben participar como mínimo los jefes de los grupos parlamentarios".

Los oficialistas acusan a Saakashvili de provocación al elegir la biblioteca como lugar para su discurso, con el fin de acusar después al Gobierno de impedirle ejercer su derecho constitucional.

Ante la imposibilidad de pronunciar el discurso en la biblioteca, Saakashvili se dirigirá más tarde a la nación desde su Palacio presidencial.

Georgia está actualmente en un proceso de transición de un régimen político presidencialista a uno parlamentario, en el que el presidente continúa siendo el jefe del Estado, pero el poder ejecutivo lo concentra en sus manos el primer ministro, designado por el Parlamento.

Aunque la reforma del sistema político debía quedar completada después de las próximas elecciones presidenciales, Saakashvili aceleró el proceso al renunciar a una parte importante de sus prerrogativas y dar carta blanca a Ivanishvili para la formación del Gobierno.

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