Una reclusa dice que un funcionario le ofreció trabajo a cambio de "un rollito"

  • Madrid.- Una reclusa del Centro Penitenciario Madrid-I de Alcalá-Meco ha afirmado hoy en la Audiencia Provincial que un funcionario le ofreció un trabajo remunerado en la prisión a cambio de "un rollito" y que, tras acceder una vez a sus pretensiones en el economato del centro, la siguió acosando.

Una reclusa dice que un funcionario le ofreció trabajo a cambio de "un rollito"
Una reclusa dice que un funcionario le ofreció trabajo a cambio de "un rollito"

Madrid.- Una reclusa del Centro Penitenciario Madrid-I de Alcalá-Meco ha afirmado hoy en la Audiencia Provincial que un funcionario le ofreció un trabajo remunerado en la prisión a cambio de "un rollito" y que, tras acceder una vez a sus pretensiones en el economato del centro, la siguió acosando.

La víctima, Frida V.S., de nacionalidad mexicana, ha relatado que los hechos sucedieron entre junio y julio de 2006, pero que no lo denunció hasta marzo de 2007 "por vergüenza" y por haberse prestado a una coacción por parte del acusado, José María L.C..

El procesado, para el que el fiscal pide nueve años y seis meses de prisión, es un funcionario de 62 años del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias que sigue trabajando en Alcalá-Meco y que desempeñaba el cargo de jefe de mantenimiento en el momento de los hechos denunciados.

Frida ha explicado que al sufrir agresiones verbales -"chivata de mierda"- y físicas -"golpes"- por parte de la también acusada, Eva Marta M.V., presunta intermediaria del funcionario, según el fiscal, decidió contar lo que le había sucedido a otra funcionaria, al capellán del centro y al jefe de servicio.

Precisamente la funcionaria que fue la primera persona que supo de los hechos ha declarado en el juicio que había "un rumor insistente" en que los dos acusados tenían "una relación" y que siempre le había extrañado que ese funcionario rondara por el economato.

"¿No hay averías nada más que ahí?", se preguntaba esta testigo, quien ha dicho que a la víctima la prohibieron hablar con ella una vez conocida la denuncia porque ella, a su vez, también tuvo un problema hace tiempo con el acusado porque él escondió una navaja con la que una presa había intentado agredirla.

"Ha habido casos sabidos y otros demostrados" de relaciones entre funcionarios y presas, ha comentado esta funcionaria, quien ha asegurado que en marzo de 2007 escribió una carta a la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, contándole el caso de Frida y que no había recibido respuesta.

Por su parte, el acusado ha destacado que fue Frida quien le abordó un día para pedirle un puesto de trabajo, que él se limitó a explicarle los pasos burocráticos a seguir para conseguirlo y que los hechos de los que se le acusa son imposibles de que pasen sin testigos en una cárcel con 700 presas y 300 funcionarios.

"Es mentira y es falso", ha repetido hasta en siete ocasiones el funcionario a las preguntas de la fiscal y la acusación particular, igual negación de los hechos que la otra acusada.

Esta procesada, también de origen mexicano, y a la que el fiscal pide una pena de siete años y tres meses, se encuentra en la actualidad en libertad provisional pero conoció a la víctima en Alcalá-Meco cuando ambas estaban internas por delitos contra la salud pública.

La fiscal ha aseverado en la vista oral que un informe grafológico la acusa de ser la autora de una nota amenazante que recibió la víctima en marzo de 2007 para que no hablara más del caso porque podían sucederle "accidentes".

En el juicio, que continuará el próximo miércoles, el Ministerio Público acusa a José María L.C. de un delito continuado de negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios y abusos en el ejercicio de su función, otro de abuso sexual y un tercero de amenazas.

El pasado mes de abril, Gallizo destituyó al director, al subdirector de seguridad y al administrador de la cárcel de mujeres Madrid I por "comportamientos inaceptables" de algunos de sus funcionarios.

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