Unidad Popular, "la izquierda chica" que se cuela en el parlamento uruguayo

  • Cruzaron los dedos, se agarraron a las encuestas y, finalmente, la pequeña coalición de izquierdas Unidad Popular (UP), hasta ahora extraparlamentaria, consiguió "colarse", con un diputado, en la Cámara de Representantes de Uruguay.

Rodrigo García

Montevideo, 27 oct.- Cruzaron los dedos, se agarraron a las encuestas y, finalmente, la pequeña coalición de izquierdas Unidad Popular (UP), hasta ahora extraparlamentaria, consiguió "colarse", con un diputado, en la Cámara de Representantes de Uruguay.

Con prácticamente todo el escrutinio primario de la elecciones del domingo concluido, esta agrupación, con el maestro y escritor Gonzalo Abella como candidato presidencial, reúne más de 24.500 votos, es decir, un 1,1 % del total, como pronosticaban los últimos sondeos.

Según las proyecciones hechas a partir del cómputo oficial con esos resultados obtendrá un puesto en la cámara baja que quedará constituida en marzo de 2015.

"Éramos conscientes de las dificultades, pero teníamos mucha confianza", señaló a Efe Eduardo Rubio, quien ocupará ese sillón de diputado, con el que pretende "comenzar a recuperar el camino histórico de la izquierda".

La misma formación obtuvo en los comicios de 2009 un total de 15.428 votos (0,67 %), insuficientes para acceder al Parlamento.

Rubio pertenece a uno de las corrientes más populares de la coalición, el Movimiento 26 de Marzo, grupo que integró históricamente el gobernante Frente Amplio (FA) pero lo abandonó por discrepancias internas durante el gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010).

Unidad Popular, formada entre otros, por grupos de desencantados con el FA, critica la política "neoliberal" y "de derecha" que a su juicio hicieron tanto Vázquez como el actual presidente, José Mujica.

"Queremos que nuestra banca contribuya a meter en el Parlamento los problemas de la gente", dijo Rubio, quien se propone impulsar, entre otros asuntos, un Plan Nacional de Vivienda y una Ley Nacional de Pesca, además de fomentar la lucha contra la corrupción.

Según el escrutinio, el FA cuenta con más del 47 % de los votos, tres puntos menos de lo necesario para que su candidato a la presidencia, Tabaré Vázquez, gane en primera vuelta, por lo que habrá una segunda el 30 de noviembre, en la que competirá con Luis Lacale Pou, del Partido Nacional.

El porcentaje, sin embargo, le bastaría para mantener la mayoría parlamentaria, según las proyecciones.

"La mala campaña electoral de la oposición, unida al aprovechamiento que el oficialismo ha hecho de los medios de comunicación públicos para difundir propaganda", son, a juicio de otro miembro de UP, Nelson Tavares, la razón del "éxito" electoral del FA.

La buena relación con los Estados Unidos o la "extranjerización" de la tierra son solo algunas de las objeciones que dicha formación plantea sobre la labor gubernamental del FA.

Además de UP, otras dos formaciones aspiraban en estas elecciones a obtener un sitio en la cámara baja.

Es el caso del Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), con César Vega a la cabeza, que se quedó a las puertas con aproximadamente 17.000 votos (0,8 %), y el Partido de los Trabajadores (PT), liderado por Rafael Fernández, bastante más alejado de obtener representación parlamentaria.

"Esperamos que el pueblo uruguayo nos entienda un poco mejor dentro de cinco años", destacó a Efe el candidato presidencial.

Esta formación, de carácter ecologista y fundada en 2013, se presentaba por primera vez a las elecciones y los resultados obtenidos "no están mal" a juicio de Vega, ingeniero agrónomo y comunicador, ya que "uno se presenta de la nada".

Aunque no consiguió el escaño, el político ecologista, muy crítico con el gobierno del FA, valoró la solvencia económica con la que a partir de ahora podrá realizar, por ejemplo, los programas de radio en los que transmite sus propuestas, que hasta ahora eran sufragados, sobre todo, por sus simpatizantes.

El Estado aporta financiación económica a las formaciones políticas, a través de la Corte Electoral, en función del número de votos obtenido en cada legislatura.

Por su parte, la última agrupación en la disputa por entrar a la Cámara, el Partido de los Trabajadores, fundado en 1985 y cuyo objetivo es construir "un gran partido obrero", no alcanzó más que un 0,1 % de los sufragios.

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