Los manifestantes se reunieron frente a la estación de ferrocarril Westbahnhof para luego marchar a lo largo de una calle de comercios, agregó la policía.
Paralelamente a la manifestación, en la catedral de San Esteban, en Viena, se celebró una ceremonia en memoria de los migrantes muertos.
"Ya hemos tenido demasiada muerte, sufrimiento y persecuciones", dijo el arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schoenborn, ante una congregación que incluyó a altos cargos del gobierno.
Para Schoenborn la idea de pensar en el sufrimiento soportado por los refugiados que murieron en el camión es "espantoso".
A poca distancia de la manifestación, varios trenes con cientos de migrantes provenientes de Budapest, que habían sido detenidos durante varias horas por las autoridades en la frontera, entraron a Viena.
Tras llegar a la estación de Westbahnhof, muchos migrantes abordaron trenes con destino a Salzburgo, mientras que otros tomaron una conexión hacia Múnich, en el sur de Alemania, ante la mirada de la policía, reportó un corresponsal de la AFP.
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