UPyD apoya la monarquía en la medida que "cumpla su función"

  • UPyD, que votará el miércoles a favor de la ley orgánica que hará efectiva la proclamación del Rey, ha dejado claro que no es un partido monárquico como tal, porque sólo lo es en la medida en que la monarquía "cumpla su función", ha afirmado el portavoz adjunto, Álvaro Anchuelo.

Madrid, 3 jun.- UPyD, que votará el miércoles a favor de la ley orgánica que hará efectiva la proclamación del Rey, ha dejado claro que no es un partido monárquico como tal, porque sólo lo es en la medida en que la monarquía "cumpla su función", ha afirmado el portavoz adjunto, Álvaro Anchuelo.

En declaraciones a los medios después de que la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces hayan aprobado el orden del día del debate de esta ley orgánica, que será el miércoles, Anchuelo ha afirmado que UPyD no comparte, en cualquier caso, la visión de algunas fuerzas de que la monarquía "es antidemocrática per se".

Hay naciones, como las nórdicas, que son "perfectamente democráticas", y cuentan con una monarquía "austera, transparente y ejemplar, que creemos que es el modelo para nuestro país".

El diputado de Amaiur Jon Iñárritu ha adelantado que los diputados de la izquierda abertzale intervendrán en el debate pero no en la votación final de la ley porque, según ha argumentado, no se consideran ciudadanos españoles y no participan en votaciones que no estén relacionadas con el País Vasco.

Para Iñárritu, que ha insistido en reclamar el derecho a decidir de la sociedad vasca, la abdicación del Rey "es un intento de oxigenar la crisis estructural del Estado" para "continuar con el viejo modelo de Jefatura del Estado reinstaurada por la dictadura".

La diputada del BNG Rosana Pérez, por su parte, ha anunciado que presentarán una enmienda a la totalidad y ha apostado por un proceso constituyente donde se contemple la plurinacionalidad del Estado y el derecho a decidir de las "nacionalidades históricas".

Según Pérez, tanto las elecciones del 25M como las manifestaciones de ayer demuestran que la sociedad "no está dispuesta a seguir participando de una democracia formal cada cuatro años" y que decisiones como ésta "necesitan de un debate con la ciudadanía".

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